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Bolivianos perciben que el varón controla la conducta de la mujer

El boliviano percibe que el hombre decide sobre el comportamiento de su pareja, de su forma de vestir y del uso de un método anticonceptivo, según resultados de la Encuesta Nacional de Percepción sobre la Situación de la Violencia contra las Mujeres, Trata y Tráfico en Bolivia.

Cinco de cada 10 personas piensan que es adecuado que el hombre controle el comportamiento de su pareja; el 5% acepta que es preciso que el varón decida qué tipo de ropa debe usar su pareja; y uno de cada cinco señala que es correcto que un médico pida autorización a la pareja para aplicarle un método anticonceptivo.

Este resultado es parte del estudio realizado por la Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública Ciudadana, en coordinación con la Alianza Libre Sin Violencia. La muestra para la investigación fue de 2.111 hombres y mujeres, entre 15 y 60 años, de 46 municipios del país.

Parte de las conclusiones es que el 52,1% de los encuestados está de acuerdo con que los hombres tengan la responsabilidad de controlar el buen comportamiento de su pareja. Un tercio está en desacuerdo y un 9% muy en desacuerdo con este control.

Para la coordinadora de Alianza Libres sin Violencia, Paola Carvallo, el hecho de que más de la mitad de la población esté de acuerdo con este control significa que persisten los valores conservadores y patriarcales.

A este indicador se suma otro, el control sobre el tipo de ropa que debe usar su pareja. El 5% aprueba esta idea respecto a un 95% que considera que no es correcto.

En la encuesta, al 22,7% de las personas le parece correcto que un médico pida autorización a la pareja para aplicarle o recetarle métodos anticonceptivos a una mujer.

La investigación concluye que quienes consideran correcto controlar la conducta de las mujeres también creen que es correcto controlar la función reproductiva de ellas a través de la acción de un tercero autorizado: el médico.

El 84% de los entrevistados considera que no es apropiado que el hombre decida si su pareja puede utilizar métodos anticonceptivos o si no lo puede hacer.

La Ley 348 identifica la violencia simbólica como uno de los 16 tipos de maltrato, que se traduce en “los mensajes, valores, símbolos, íconos, signos e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas que transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de la mujer”.

Dato. Para Jimmy Tellería, representante del Centro de Investigación Social, Tecnología Apropiada y Capacitación (CISTAC), lamentablemente se confirma que las prácticas machistas están vigentes en el pensamiento de los varones y en el de las mujeres.

“Los hombres quieren el control en la vida y existencia de las mujeres en dos aspectos: en el cuerpo y la sexualidad, que está asociado al control de qué método usas; el otro control es de la reproducción”, dice Tellería.

El informe indica que hay cinco factores que influyen en la percepción del dominio masculino: sexo, nivel educativo, lengua materna, ingreso personal y área de residencia.

A partir de estos tres indicadores se ve que la violencia no se limita solo a espacios privados como el hogar, fiestas o lugar de trabajo, sino que va seguida por expresiones relativas con formas de pensar y actuar.

Carvallo resalta el capítulo de Percepciones sobre Violencia contra las Mujeres, Trata y Tráfico e Incidencia de Violencia en Bolivia, sobre las relaciones sexuales con la pareja.

La percepción de hombres y mujeres da como resultado que siete de cada 10 personas creen que las mujeres tienen relaciones aunque no quieran o deseen; cuatro de cada 10 creen que los hombres tienen relaciones aunque no quieran.

Los resultados de la encuesta de 160 páginas serán resumidos en dos cuadernillos que serán distribuidos a finales de este mes a instituciones que abordan las distintas temáticas que tocó este estudio.

“Queremos evidenciar que son los valores, las formas de pensar y la idiosincrasia los que están arraigados en la dominación masculina”, dijo Carvallo, la coordinadora de Alianza Libres Sin Violencia.

Resultados de la encuesta

Capítulos

Niveles de confianza en las instituciones que prestan servicios en casos de violencia contra las mujeres, trata y tráfico, es uno de los temas del estudio.

Conclusión

Evaluaciones y expectativas ciudadanas respecto a la calidad de los servicios públicos de atención a casos de violencia contra las mujeres y trata y tráfico, es otro de los aspectos de la encuesta.

‘Instituciones responden a patrones’

Sobre el control del comportamiento del hombre a la mujer, eso no cambia, porque es un patrón de comportamiento absolutamente tradicional a la usanza de cómo se forma esta sociedad patriarcal en que vivimos. Si bien Bolivia tiene un avance sustantivo, que realmente nos sitúa en términos de marco normativo de ingeniería jurídica a la vanguardia de América Latina e incluso en Europa y Asia, estas leyes han sido peleadas por movimientos de mujeres feministas muy aguerridas, muy valiosas, pero de todas maneras responden a una mentalidad de avanzada que sigue siendo elitista.

Pasa que hay una falsa impresión de que como sociedad, como tejido social, en las escuelas todavía persisten algunas enseñanzas u orientaciones, cuando las iglesias siguen reforzando la idea de que la mujer le debe obediencia; la fidelidad es una virtud en ellas cuando en la realidad en los hombres es prácticamente aceptado. Las instituciones: educación, salud y juzgados responden a patrones conservadores.

Sandra Aliaga

Activista, especialista en derechos de mujeres.