El humo de fogatas y la detonación de cachorros de dinamita advierten del bloqueo instalado desde ayer en la carretera entre La Paz y Copacabana a la altura del cruce Peñas. Decenas de pobladores de Achacachi están en medio de la carretera y otro grupo corre a cerrar el paso a vehículos que a lo lejos se ve usan vías alternas para sortear la protesta.

Los movilizados, que llegan hasta el lugar desde Achacachi, decidieron extender el bloqueo que hasta hace poco solo se cumplía en la población del altiplano paceño en demanda de libertad de tres de sus dirigentes, entre ellos Esnor Condori, que fueron enviados a la cárcel tras revocarse su detención domiciliaria en un proceso por los hechos de violencia de febrero.

El periodista de este medio llegó hasta la zona de conflicto. Decenas de movilizados bajaban de tres camiones para reforzar el bloqueo iniciado ayer y que impide el tránsito desde y hasta la población turística de Copacabana, fronteriza con Perú. A los lejos de la carretera se puede ver, a primeras horas de esta mañana, al menos 15 vehículos en caminos alternos.

Hacen detonar cacharros de dinamita como advertencia de la protesta. Ni bien se dan cuenta que tratan de sortear el bloqueo, varios corren con dirección a los caminos alternos para cerrarlos e impedir en su totalidad el tránsito en esta carretera, en el departamento de La Paz.

A Felipe Quispe, conocido como El Mallku y que lideró en 2000 un prolongado bloqueo caminero, se le encomendó organizar la protesta de Achacachi, que reclama la libertad de sus tres dirigentes encarcelados por su vinculación a los hechos de violencia de febrero en esa población y que acabaron con la quema de la vivienda y vehículo del alcalde Édgar Ramos, de filas del MAS.

Los denominados Ponchos Rojos respaldan al alcalde y reaccionaron ante la violencia de los habitantes de la capital apedreando viviendas y saqueando negocios. Ramos no gobierno en Achacachi, sede de sus funciones.

En el puesto de control en el camino a Copacabana, la Policía informa del bloqueo y advierte de los riesgos de seguir el viaje. La terminal de El Alto suspendió los viajes a esa región.

Para el Gobierno es un conflicto local y que debe resolverse en este marco.

El humo de fogatas y la detonación de cachorros de dinamita advierten del bloqueo instalado desde ayer en la carretera entre La Paz y Copacabana a la altura del cruce Peñas. Decenas de pobladores de Achacachi están en medio de la carretera y otro grupo corre a cerrar el paso a vehículos que a lo lejos se ve usan vías alternas para sortear la protesta.

Los movilizados, que llegan hasta el lugar desde Achacachi, decidieron extender el bloqueo que hasta hace poco solo se cumplía en la población del altiplano paceño en demanda de libertad de tres de sus dirigentes, entre ellos Esnor Condori, que fueron enviados a la cárcel tras revocarse su detención domiciliaria en un proceso por los hechos de violencia de febrero.

El periodista de este medio llegó hasta la zona de conflicto. Decenas de movilizados bajaban de tres camiones para reforzar el bloqueo iniciado ayer y que impide el tránsito desde y hasta la población turística de Copacabana, fronteriza con Perú. A los lejos de la carretera se puede ver, a primeras horas de esta mañana, al menos 15 vehículos en caminos alternos.

Hacen detonar cacharros de dinamita como advertencia de la protesta. Ni bien se dan cuenta que tratan de sortear el bloqueo, varios corren con dirección a los caminos alternos para cerrarlos e impedir en su totalidad el tránsito en esta carretera, en el departamento de La Paz.

A Felipe Quispe, conocido como El Mallku y que lideró en 2000 un prolongado bloqueo caminero, se le encomendó organizar la protesta de Achacachi, que reclama la libertad de sus tres dirigentes encarcelados por su vinculación a los hechos de violencia de febrero en esa población y que acabaron con la quema de la vivienda y vehículo del alcalde Édgar Ramos, de filas del MAS.

Los denominados Ponchos Rojos respaldan al alcalde y reaccionaron ante la violencia de los habitantes de la capital apedreando viviendas y saqueando negocios. Ramos no gobierno en Achacachi, sede de sus funciones.

En el puesto de control en el camino a Copacabana, la Policía informa del bloqueo y advierte de los riesgos de seguir el viaje. La terminal de El Alto suspendió los viajes a esa región.

Para el Gobierno es un conflicto local y que debe resolverse en este marco.

La Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto resolvió hoy en una reunión con la dirigencia de base ir mañana al paro de actividades por considerar que el Gobierno no atendió sus demandas planteadas en un pliego de 10 puntos. La medida será cumplida a dos días de recordarse las jornadas de octubre de 2003, que acabó con la dimisión de Gonzalo Sánchez de Lozada.

El dirigente vecinal Javier Ajno informó que el paro de 24 horas será materializado con bloqueos en puntos estratégicos de conexión de El Alto con el resto del país y la ciudad de La Paz. Los piquetes de bloqueo, anunció, estarán en la carretera a Oruro, a Laja, a la altura de la Planta Engarrafadora de GLP de Senkata, cruces de villa, la Ceja y los puentes de la zona.

Entre las demandas de los alteños está la extradición del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que huyó a Estados Unidos tras los hechos de violencia de octubre de 2003; transporte; presupuesto e inversiones; infraestructura; servicios básicos y medio ambiente; seguridad ciudadana; salud y educación; generación de empleos; representación política; descentralización de la empresa de agua Epsas, del Órgano Judicial, de Sedes El Alto, de la Caja Nacional de Salud y de la Gobernación.

Una comisión del Gobierno sostuvo el domingo una reunión con la dirigencia de El Alto. Ajno informó que esperaban hasta las 10.00 el documento de respuesta del Ejecutivo, empero el documento fue entregado en la institución a las 17.00, después de haberse tomado la decisión de ir al paro. No obstante, una revisión del documento muestra que las respuestas no satisfacen las expectativas de El Alto, afirmó.

A pesar de la medida de presión, anunció que están dispuestos a dialogar con el Gobierno, que prepara un acto para el jueves a fin de recordar lo sucedido hace 10 años, cuando una protesta social, con epicentro en El Alto, acabó con decenas de muertos y la dimisión de Sánchez de Lozada, que está en Estados Unidos.

La Fiscalía, con autorización del Tribunal Supremo de Justicia, inicia un segundo trámite de extradición del expresidente y de sus entonces ministro Carlos Sánchez y Jorge Berindoague.