El jucumari Ajayu ingresa hoy al quirófano por una catarata
Estarán en contacto vía Skype con oculistas extranjeros
Ajayu, el oso jucumari que fue golpeado en una localidad cochabambina y trasladado al zoológico Vesty Pakos de La Paz a fines de enero, será sometido hoy a una delicada cirugía del ojo izquierdo debido a la detección de una ‘gran catarata’.
“Esta operación es delicada y, lamentablemente, en Bolivia no hay muchas experiencias de cirugías de catarata en osos; por lo tanto, estamos consultando con especialistas de Inglaterra y México que han realizado algunas cirugías similares y nos están pasando información de cómo se debe proceder durante la operación y también durante el postoperatorio”, informó la administradora del zoológico, Andrea Morales.
La oftalmóloga británica Claudia Hartley y el mexicano Luis de León estarán en contacto vía Skype con el equipo de la oftalmóloga Vania García, sobre todo después de la cirugía, pues la etapa postoperatoria es la más delicada para un animal, ya que se teme que se saque el parche por el escozor que implica la cicatrización.
En cuanto a su salud, la encargada del zoológico destacó la evolución en el animal y mencionó que si bien el ojo izquierdo presentaba inflamación y hemorragia cuando Ajayu llegó al zoológico, se observó que no hay desprendimiento de retina y puede observar, aunque se debe resolver el problema de la catarata.
“Su cuerpo ha reaccionado de buena manera al tratamiento que se le ha aplicado. El oso ha tenido una gran mejoría”, apuntó.
También dijo que hasta la fecha no se pudo determinar su edad debido a la malnutrición que sufrió el oso. “Primero pensamos que era un cachorro, pero ahora consideramos que se podría tratar de un adulto”, señaló.
Ajayu fue rescatado el 25 de enero de unos comunarios de K’omer Khocha, en Tiraque, que lo golpearon con palos y le causaron lesiones en la cabeza y en el ojo derecho, el cual perdió definitivamente. El 27 fue trasladado al zoológico de Mallasa para su atención. En los primeros días, el jucumari estaba susceptible a toda presencia de personas; ahora ya prueba alimentos y acepta las caricias de los guardabosques que lo cuidan en Mallasa.