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Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 08:18 AM

Las pruebas de una nueva vacuna contra el sida reavivan la esperanza

Bautizado HVTN 702, el estudio, que empezará este miércoles, implicará durante cuatro años a más de 5.400 voluntarios, hombres y mujeres sexualmente activos de entre 18 y 35 años, en 15 sitios repartidos por todo el territorio sudafricano.

/ 29 de noviembre de 2016 / 19:08

Sudáfrica lanzará este miércoles un ensayo clínico de una envergadura inédita destinado a probar una vacuna experimental contra el sida, después de treinta años de esfuerzos en vano.

Por primera vez desde la identificación del virus en 1983, los científicos creen haber encontrado un estudio prometedor.

Bautizado HVTN 702, el estudio, que empezará este miércoles, implicará durante cuatro años a más de 5.400 voluntarios, hombres y mujeres sexualmente activos de entre 18 y 35 años, en 15 sitios repartidos por todo el territorio sudafricano.

Este ensayo clínico, uno de los más importantes jamás realizados, reaviva la esperanza de la comunidad científica.

«Si es utilizado al mismo tiempo que los métodos de prevención con eficacia probada que ya estamos usando, una vacuna segura y eficaz podría constituir el golpe de gracia contra el VIH», estimó Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos.

«Incluso una vacuna moderadamente eficaz reduciría de forma significativa el peso de la enfermedad en países y poblaciones muy infectadas», añadió el responsable del NIAID, que participa en el estudio.

El hecho de elegir a Sudáfrica para probar esta vacuna a gran escala no es anodino. Este país de África austral registra uno de los índices de prevalencia más elevados del mundo (19,2% según Onusida). Más de siete millones de personas tienen el VIH en este país.

En el mundo, dos millones y medio de personas resultan infectadas cada año por el virus, que ha causado más de 30 millones de muertos desde los años 1980, según un estudio publicado en la conferencia internacional de Durban (este de Sudáfrica) en julio.

La vacuna «sudafricana», especialmente adaptada a las poblaciones locales, es una versión «reforzada» de una vacuna probada en 2009 en Tailandia en más de 16.000 voluntarios.

Ésta permitió reducir en un 31,2% los riesgos de contaminación, tres años y medio después de la primera vacuna.

– ‘Punto de inflexión’ –

La seguridad de la vacuna «sudafricana» ha sido probada con éxito durante 18 meses en 252 voluntarios. El nuevo ensayo quiere ratificar ahora su eficacia.

«Los resultados obtenidos en Tailandia no son suficientes para su lanzamiento (…). Hemos fijado un límite mínimo de eficacia a 50%», explicó a la AFP el doctor Lynn Morris, del Instituto Nacional de Enfermedades Contagiosas (NICD) de Sudáfrica.

«Tenemos la esperanza de que la eficacia sea todavía mayor», dijo recientemente ante los diputados el vicepresidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.

Pero, a pesar del optimismo que suscita esta vacuna, los especialistas insisten en la necesidad de no bajar la guardia frente a la enfermedad.

«Una vacuna eficaz sería un punto de inflexión, pero estos ensayos durarán años», insistió Morris. «Tenemos que seguir utilizando los otros métodos de prevención para reducir las nuevas contaminaciones», reiteró.

Los tratamientos antirretrovirales (ARV) siguen siendo, con diferencia, los más eficaces contra la enfermedad.

Según Onusida, la mitad de los 36 millones de personas infectadas por el virus en el mundo tienen acceso a ellos. Una cifra que se ha duplicado en cinco años.

Gracias a estos tratamientos, que permiten controlar la evolución del virus y aumentar la esperanza de vida de los seropositivos, la esperanza de vida de los sudafricanos pasó de 57,1 a 62,9 años de media desde 2009, según las autoridades locales.

Los ensayos de esta nueva vacuna están dirigidos por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, el Consejo Sudafricano de Investigación Médica (SAMRC), la Fundación Bill y Melinda Gates, los laboratorios Sanofi Pasteur y GlaxoSmithKline, y la Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH (HVTN). (29/11/2016)

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Homínidos primitivos podrían haber convivido en África con el hombre moderno

No es la primera vez que se registran casos de cohabitación entre especies, pero nunca en África. En Europa sí se sabe que antes de desaparecer, hace 30.000 años, el hombre de Neandertal convivió con el Homo sapiens.

/ 9 de mayo de 2017 / 15:48

Los homínidos primitivos quizás cohabitaron en África con los primeros hombres modernos, según un estudio científico revelado este martes, un descubrimiento que complica un poco más el árbol genealógico de la especie humana.

Analizando los fósiles hallados en 2013 en una caverna en Maropeng, cerca de Johannesburgo, los científicos creen que estos homínidos, llamados Homo naledi, primos lejanos del hombre, vivieron allí hace entre 200.000 y 300.000 años, en el mismo periodo en que ya existían los primeros Homo sapiens.

En 2015 el polémico paleontólogo estadounidense Lee Berger saltó a las portadas de la prensa mundial anunciado el descubrimiento en Maropeng de una importante colección de 1.500 huesos que pertenecieron a unos 15 homínidos de un tipo hasta ahora desconocido.

Su estudio ha revelado la existencia del Homo naledi, un humanoide sorprendente, dotado al mismo tiempo de características de viejas especies con millones de años, como un pequeño cerebro, y de otras más recientes, como pies para andar y manos capaces de sujetar herramientas.

En un primer momento Lee Berger, profesor de la universidad de Witwatersrand, incluyó su descubrimiento en el género Homo, el del hombre moderno, pero a falta de datación fue muy criticado por sus colegas.

  • El paleontólogo estadounidense Lee Berger. Foto: AFP

Finalmente este martes Berger y su equipo desvelaron la datación de los huesos, que sitúan a los Homo naledi en un periodo comprendido entre hace 335.000 y 236.000 años.

«Se trata del principio de lo que hasta ahora considerábamos como el inicio de la era del hombre moderno», dijo Berger.

«Son sorprendentemente jóvenes», explicó a la prensa, «tenemos una especie primitiva que quizás sobrevivió durante millones de años y que hasta ahora era invisible».

«Es incluso muy posible que el Homo naledi haya conocido al Homo sapiens», añadió.

No es la primera vez que se registran casos de cohabitación entre especies, pero nunca en África. En Europa sí se sabe que antes de desaparecer, hace 30.000 años, el hombre de Neandertal convivió con el Homo sapiens.

– El eslabón perdido –

«En África, en las últimas etapas de nuestra evolución, hubo una diversidad de especies que nadie se esperaba», explicó John Hawks, de la universidad de Wisconsin, otro miembro del equipo científico.

«El árbol (genealógico) de nuestra familia tiene muchas ramas y no ha sido hasta hace muy poco que se ha impuesto una sola», recordó por su parte Paul Dirks, de la universidad australiana John Cook. «La datación de estos fósiles sugiere numerosas posibilidades de intercambio (…) entre el Homo naledi y el Homo sapiens», aseguró.

Según el profesor Berger, se trata quizás del «eslabón perdido esencial de la historia de nuestra evolución».

El paleontólogo también anunció este martes el descubrimiento de otra colección de fósiles de Homo naledi en una caverna próxima a donde se hallaron los primeros.

  • Restos de la nueva especie Homo naledi. Foto: AFP

Entre ellos hay un esqueleto bastante completo, con un cráneo bien conservado, apodado «neo» («regalo» en sesotho, la lengua local).

Frente a las críticas, Lee Berger asegura que el Homo naledi («estrella» en sesotho) «es definitivamente una nueva especie».

El paleontólogo ya se vio inmerso en otra polémica cuando descubrió los primeros huesos.

Entonces afirmó que la presencia de huesos en una caverna casi inaccesible significaba que se trataba de una tumba y que los Homo naledi practicaban ritos funerarios, algo que hasta ahora solo se atribuía a los hombres modernos.

Esa hipótesis desató el sarcasmo entre sus colegas científicos pero Berger insistió de nuevo en ella este martes, asegurando que el camino que lleva a la segunda caverna es igual de estrecho que el de la primera.

«Eso refuerza, creo, la idea de que el Homo naledi utilizaba esta caverna para un objetivo preciso y potencialmente (…) que el Homo naledi enterraba ahí sus muertos», aseguró.

Sus descubrimientos están publicados en la revista científica eLife y Berger recordó que están abiertos a cualquier tipo de crítica. (09/05/2017)

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Homínidos primitivos podrían haber convivido en África con el hombre moderno

No es la primera vez que se registran casos de cohabitación entre especies, pero nunca en África. En Europa sí se sabe que antes de desaparecer, hace 30.000 años, el hombre de Neandertal convivió con el Homo sapiens.

/ 9 de mayo de 2017 / 15:48

Los homínidos primitivos quizás cohabitaron en África con los primeros hombres modernos, según un estudio científico revelado este martes, un descubrimiento que complica un poco más el árbol genealógico de la especie humana.

Analizando los fósiles hallados en 2013 en una caverna en Maropeng, cerca de Johannesburgo, los científicos creen que estos homínidos, llamados Homo naledi, primos lejanos del hombre, vivieron allí hace entre 200.000 y 300.000 años, en el mismo periodo en que ya existían los primeros Homo sapiens.

En 2015 el polémico paleontólogo estadounidense Lee Berger saltó a las portadas de la prensa mundial anunciado el descubrimiento en Maropeng de una importante colección de 1.500 huesos que pertenecieron a unos 15 homínidos de un tipo hasta ahora desconocido.

Su estudio ha revelado la existencia del Homo naledi, un humanoide sorprendente, dotado al mismo tiempo de características de viejas especies con millones de años, como un pequeño cerebro, y de otras más recientes, como pies para andar y manos capaces de sujetar herramientas.

En un primer momento Lee Berger, profesor de la universidad de Witwatersrand, incluyó su descubrimiento en el género Homo, el del hombre moderno, pero a falta de datación fue muy criticado por sus colegas.

  • El paleontólogo estadounidense Lee Berger. Foto: AFP

Finalmente este martes Berger y su equipo desvelaron la datación de los huesos, que sitúan a los Homo naledi en un periodo comprendido entre hace 335.000 y 236.000 años.

«Se trata del principio de lo que hasta ahora considerábamos como el inicio de la era del hombre moderno», dijo Berger.

«Son sorprendentemente jóvenes», explicó a la prensa, «tenemos una especie primitiva que quizás sobrevivió durante millones de años y que hasta ahora era invisible».

«Es incluso muy posible que el Homo naledi haya conocido al Homo sapiens», añadió.

No es la primera vez que se registran casos de cohabitación entre especies, pero nunca en África. En Europa sí se sabe que antes de desaparecer, hace 30.000 años, el hombre de Neandertal convivió con el Homo sapiens.

– El eslabón perdido –

«En África, en las últimas etapas de nuestra evolución, hubo una diversidad de especies que nadie se esperaba», explicó John Hawks, de la universidad de Wisconsin, otro miembro del equipo científico.

«El árbol (genealógico) de nuestra familia tiene muchas ramas y no ha sido hasta hace muy poco que se ha impuesto una sola», recordó por su parte Paul Dirks, de la universidad australiana John Cook. «La datación de estos fósiles sugiere numerosas posibilidades de intercambio (…) entre el Homo naledi y el Homo sapiens», aseguró.

Según el profesor Berger, se trata quizás del «eslabón perdido esencial de la historia de nuestra evolución».

El paleontólogo también anunció este martes el descubrimiento de otra colección de fósiles de Homo naledi en una caverna próxima a donde se hallaron los primeros.

  • Restos de la nueva especie Homo naledi. Foto: AFP

Entre ellos hay un esqueleto bastante completo, con un cráneo bien conservado, apodado «neo» («regalo» en sesotho, la lengua local).

Frente a las críticas, Lee Berger asegura que el Homo naledi («estrella» en sesotho) «es definitivamente una nueva especie».

El paleontólogo ya se vio inmerso en otra polémica cuando descubrió los primeros huesos.

Entonces afirmó que la presencia de huesos en una caverna casi inaccesible significaba que se trataba de una tumba y que los Homo naledi practicaban ritos funerarios, algo que hasta ahora solo se atribuía a los hombres modernos.

Esa hipótesis desató el sarcasmo entre sus colegas científicos pero Berger insistió de nuevo en ella este martes, asegurando que el camino que lleva a la segunda caverna es igual de estrecho que el de la primera.

«Eso refuerza, creo, la idea de que el Homo naledi utilizaba esta caverna para un objetivo preciso y potencialmente (…) que el Homo naledi enterraba ahí sus muertos», aseguró.

Sus descubrimientos están publicados en la revista científica eLife y Berger recordó que están abiertos a cualquier tipo de crítica. (09/05/2017)

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