La plaga de langostas se expandió en al menos cinco zonas del departamento de Santa Cruz y los esfuerzos están destinados a bajar su población con una estrategia de fumigación por tierra y aire, además de un constante monitoreo, según el Senasag.
El director director nacional del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Mauricio Ordoñez, informó que la plaga afectó a más de 1.000 hectáreas de cultivos y expresó su preocupación por que se expandió a otras zonas.
«Están en diferentes frentes, ahora los tenemos presentes no solo en Yapirenda también están en las comunidades La Justa, en las riberas del Río Seco, en la cordillera a la altura del Parabanó, y también al sur en la frontera entre Cabezas y Charagua», afirmó.
La invasión de insectos comenzó hace más de una semana en el municipio de Cabezas (Santa Cruz) y hasta el momento más de 1.000 hectáreas de cultivos de maíz, sorgo y pasto fueron afectadas. El Gobierno instruyó a las autoridades del Senasag atender con carácter de urgencia la emergencia.
Más de 100 personas del Ministerio de Desarrollo Rural, de Anapo, municipios, gobernación y de la Universidad Gabriel René Moreno trabajan para contener a las langostas.
“Lo que estamos haciendo es bajar la población. Estamos hablando de que en países como Estados Unidos, México y Argentina están conviviendo cinco años con las langostas. Nuestro primer paso va a ser bajar la población y eliminar los adultos, además continuar con el proceso de monitoreo”, anunció.
El plan de acción que puso en marcha el Senasag contempla fumigaciones por vía aérea y terrestre en las superficies afectadas con dosis adecuadas para no dañar a la gente ni a los animales.
Ordoñez explicó que los sembradíos más afectados son «los jóvenes» porque los insectos buscan preferentemente cultivos jóvenes y suculentos.
“Si es un cultivo que está entre cinco y seis días de germinación puede ser arrasado en 100%. Si hablamos de uno con 50 ó 60 días de germinado, la afectación es menor porque la plaga busca plantas jóvenes y por eso migran buscando alimento”, acotó.
Descartó que esté en riesgo la soberanía alimentaria en la región, ya que la principal actividad de la zona es la ganadería. (07-02-2017)