Pequeños productores podrían quedar excluidos de cadenas de alimentación según la FAO
Las perspectivas de la ONU indican que para 2050 habrá cerca de 10.000 millones de habitantes en el mundo, lo que obligará a aumentar la producción de alimentos en un 50 % respecto a 2013 para satisfacer sus necesidades.
Los pequeños productores corren el riesgo de quedarse fuera de las grandes cadenas de alimentación al no reunir los estándares necesarios para operar en ese tipo de sistemas modernos, señaló la FAO.
Según un estudio sobre el futuro de la agricultura difundido este miércoles por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en los próximos años el cambio en los sistemas alimentarios tendrá un impacto en la vida de esos agricultores.
El subdirector general de la agencia para el desarrollo económico y social, Kostas Stamoulis, destacó en una charla con periodistas que las cadenas de alimentación son cada vez más largas e incluyen distintas actividades, desde la elaboración hasta la distribución o la venta de productos.
«Existe el riesgo de que el desarrollo de esas cadenas deje fuera a algunos de los pequeños productores porque no tengan los estándares de los sistemas alimentarios modernos, que se están extendiendo dramáticamente incluso en las zonas más pobres del mundo», apuntó.
Stamoulis subrayó que esa modernización podría excluir del sistema a los pequeños productores y condenarlos a sufrir hambre y pobreza en las zonas rurales, por lo que instó a garantizar que el crecimiento en esos lugares sea «más inclusivo» para evitarlo.
De lo contrario, dijo que se espera que continúen los flujos migratorios de personas que huyen «desesperadamente» de sus hogares por la pobreza, pero también por los conflictos y catástrofes.
Las perspectivas de la ONU indican que para 2050 habrá cerca de 10.000 millones de habitantes en el mundo, lo que obligará a aumentar la producción de alimentos en un 50 % respecto a 2013 para satisfacer sus necesidades.
«Eso es menos de lo que ha aumentado la producción en los últimos 40 años», explicó el responsable, que advirtió de que, sin embargo, el objetivo fijado por la comunidad internacional de erradicar el hambre en 2030 no se cumplirá y todavía entonces habrá 600 millones de personas sufriendo inseguridad alimentaria si se sigue actuando como hasta ahora.
Al aumento de la población se une el hecho de que cada vez más personas comerán menos cereales y más carne, frutas, verduras y alimentos procesados, como resultado del cambio en las dietas a medida que aumenten sus ingresos, según el informe.
Además de la creciente presión sobre recursos cada vez más limitados como el agua o la tierra, el cambio climático representa un desafío para las prácticas agrícolas, que son fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y necesitan tanto adaptarse como mitigar su impacto, agregó el experto.
Stamoulis apuntó la necesidad de dar incentivos a los pequeños productores para que se puedan permitir adoptar nuevas tecnologías que los hagan más productivos y sostenibles.
Recomendó a los gobiernos pensar en los sistemas alimentarios en su conjunto y diseñar políticas coherentes, y recalcó que «si no hay cooperación entre los países, con la interdependencia que existe no habrá forma de lograr los objetivos» como los pactados a nivel global para combatir el cambio climático. (22/02/2017)