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Bolivia registra veinte feminicidios en lo que va de año

Unas veinte mujeres murieron en Bolivia a causa de la violencia machista en lo que va de año, un delito tipificado como feminicidio que se castiga hasta con 30 años de prisión sin derecho a indulto, informó hoy la Fiscalía.

Del total de casos, siete ocurrieron en enero, doce en febrero y uno en los primeros días de marzo, detalló el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, según un comunicado del Ministerio Público.

La Paz y Santa Cruz son las regiones que registran el mayor número de estos sucesos, con seis y cuatro, respectivamente; mientras que en Chuquisaca ocurrieron tres e igual número en Cochabamba; en Tarija hubo dos feminicidios y otros dos en Oruro.

En vísperas del Día Internacional de la Mujer, Guerrero expresó su preocupación por el incremento del índice de violencia hacia las féminas, por lo que consideró importante trabajar una política criminal que incluya medidas preventivas.

«Es un tema que involucra a todos, comenzando por la familia, el trabajo, las instituciones (…) Tenemos que hacer énfasis en la educación y formación desde el hogar, la escuela, universidad y eso justamente debe estar contemplado en la política criminal del país», sostuvo el funcionario.

El feminicidio está penado en la legislación boliviana con la condena máxima, 30 años de prisión sin derecho a indulto, pero las organizaciones defensoras de las mujeres se quejan de que muy pocos procesos acaban en sentencia y los juicios son largos y costosos.

En 2016, 104 bolivianas fueron asesinadas en casos de violencia machista, y solo 24 de los agresores fueron condenados.

El suceso más reciente de este año se registró el domingo en un regimiento en la región de Cochabamba (centro), donde un teniente asesinó de un disparo a su expareja, otra militar que estaba de guardia ese día, y luego se suicidó usando la misma arma.

El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, dijo hoy que se investiga si hubo negligencia o irregularidades ante reglamentos de seguridad de parte de militares en el cuartel donde ocurrió este suceso.

Ferreira dijo que el teniente primero visitó a su expareja y la golpeó, siendo reducido por otros compañeros, que cometieron la irregularidad de no informar sobre esas agresiones en el regimiento.

El militar volvió al cuartel con un arma cargada y con la escolta de un soldado de otra unidad, buscó a la mujer y la asesinó.

La Fiscalía y el Ejército investigan de forma paralela los violentos sucesos y si hubo negligencia o incumplimiento de deberes de los militares que no actuaron para frenar al atacante.