La pobreza extrema castiga a una familia y se lleva a Eva
Alan, de 19 años, fue el sostén de una familia de ocho miembros. Sus padres estaban postrados en cama y los menores dejaron la escuela. No tenían qué comer
Un cuarto de 4 por 4 metros fue testigo de una dramática situación que salió a la luz pública tras la muerte de una niña por falta de alimento. Sus padres estaban postrados en cama y solo uno de los miembros de la familia, Alan de 19 años, salía a trabajar para llevar algo que comer. Era ayudante de albañil, pero su contrato acabó y le era difícil conseguir otro trabajo.
Antonio de 13, Andrés de 8, Serafina de 7, Paola de 13, Alan de 19 y Eva de 12 años vivían junto a sus padres en medio de la miseria en la zona de Junt’uma, El Alto. Diferentes medios mostraron las imágenes de un cuadro dramático de la familia Quino, quien solo tenía a Alan como sostén de una familia que no tenía qué comer.
Evo murió hace unas horas. La autopsia determinó que la causa fue desnutrición crónica. “Desde el 2013 mi hermana sufría convulsiones (por epilepsia) a causa de una lesión en el cerebro, creo que se cayó de las gradas del colegio. Le daba hasta ocho convulsiones cada día. En la última semana ha perdido el apetito”, relató Alan.
Sus padres estaban postrados en cama debido a padecimientos que se fueron agudizando. “Como anemia tenía, a veces comíamos, a veces no”, contó la madre desde su lecho del hospital a donde fue evacuada junto a su esposa, también afectado por un mal crónico que lo mantuvo desde hace tiempo sin poder trabajar.
Alan asumió la responsabilidad de sacar adelante a la familia en medio de las limitaciones por su edad. A sus 19 años ayudaba en trabajos de albañilería y hasta que terminó su contrato tenía algo seguro en cuanto a ingresos, pero se acabó la construcción y con ello sus ingresos. Buscó y no logró encontrar nada estable.
Sus hermanos dejaron la escuela, precisamente por la falta de ingresos. Estaban en casa.
Ana María Saavedra, directora de Género de la Defensoría de la Niñez de El Alto, relató que la familia vivía en extrema pobreza. Los menores fueron llevados a un hogar municipal, donde son sometidos a exámenes médicos para conocer su estado de salud.
“Ellos han entrado en un profunda depresión y han dejado de trabajar”, afirmó Saavedra sobre la situación de la familia Quino.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, coronel Erick Millares, informó que la Alcaldía asumió la responsabilidad del cuidado temporal de los menores.
“Mis padres han enfermado, nos hemos quedado sin casa”, contó Alan, quien se movilizó en los últimos días para sacar los restos de su hermana de la Morgue. Es velada en la subalcaldía del Distrito 8 de El Alto y este sábado será sepultada.
“Por favor que me colaboren con una casa, un cuarto, hasta que me recupere”, pidió el padre desde el hospital.