Alan Quino, el joven de 19 años que el 16 de marzo perdió a su hermana Eva (12) por desnutrición, se reencontró este martes con sus cuatro hermanos menores que el año pasado fueron remitidos a un albergue de El Alto para retomar su vida juntos, primero en una humilde vivienda de alquiler en la carretera a Viacha.

El muchacho, que hasta antes de la desgracia mantenía a su familia con trabajos eventuales que le garantizaban comida solo para algunos días, ahora tiene un empleo estable y no oculta su alegría por volver a erstar junto a las personas que ama. “Mañana van a venir, estarán aquí. Los responsables del Albergue 24 horas han decidido que se vayan del albergue”, declaró ayer a La Razón cuando supo la noticia, que finalmente se concretó este martes.

Ahora el reencuentro se concretó y se encuentra con los suyos en una casa ubicada en la zona San Martín, camino a Viacha, a la espera de que el Gobierno construya la vivienda que se comprometió a donarles en Alto Chijini y que se espera esté concluida en 6 meses.

Allí se encuentran la madre de los menores, Lourdes Quino, quien se recupera de una cirugía y su esposo, Eliseo Vera, que sigue un tratamiento por tuberculosis. Ambos esperaban con ansias la llegada de los pequeños Antonio (13), Andrés (9), Serafina (8) y Paola (3).

Para recibir a los niños en su nuevo hogar, Alan adquirió, durante el fin de semana, dos camas litera, dos roperos, sillas y almohadas.

«Adquirí lo que necesitarán mis hermanitos. El dinero recolectado por la gente me alcanzó para eso», dijo, confiado en que los días de la familia mejorarán..