Estaba a punto de cumplir dos años y en los últimos meses su vida estuvo marcada por la violencia al punto que acabó con su vida en un hecho que consternó a la sociedad. “La tuve que sacar en un cajón a mi hija”, relató Juan Carlos M., padre de la menor tras revelar que su pareja raptó a su hija de Sucre y que, pese a que presentó una denuncia, no se pudo dar con su paradero.
La madre trasladó a la menor hace seis meses a la ciudad de Cochabamba y poco después conoció a quien posteriormente agredió y ultrajó a su hija, su pareja Brandon T. y su padre Eulogio T.; ambos remitidos este lunes a la cárcel con detención preventiva. La progenitora de la víctima está desaparecida.
Juan Carlos M. relató que su pareja desapareció hace seis meses junto a su hija y que presentó la denuncia ante las autoridades respectivas sin ningún resultado. “Me acabo de enterar que recién vivía (con el padrastro) hace tres meses. Cómo a una persona desconocida, una mamá la va a dejar (a la niña)”, cuestionó en una entrevista con la red Uno.
“Hay evidencia de que la niña ha sufrido tortura prácticamente desde hace un mes. Hay fuertes indicios de que estos dos sujetos son los responsables de este infanticidio. Estamos buscando 30 años de cárcel sin derecho a indulto. Hay indicios de un abuso sexual contra esta menor”, informó directora de Género Generacional de la alcaldía de Cochabamba, Andrea García.
“La tuve que sacar en un cajón a mi hija” de la morgue, relató Juan Carlos y demandó justicia para la menor que estaba a punto de cumplir dos años.
El hecho ocurrió el sábado cuando el padrastro en estado de ebriedad torturó a la menor. Su padre, Eulogio T., acudió a la habitación en la que era golpeada la niña y tras darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido llevaron a la menor a un centro hospitalario, pero ya había perdido la vida.
El padrastro de 22 años fue enviado a la cárcel del Abra y su padre, de 56 años, al penal de San Sebastián.
El cuerpo de la menor fue velado en la casa en la que vive un familiar de Juan Carlos, quien dijo que desde Sucre viajó a Potosí, a Oruro y de ahí recién a Cochabamba tras informarse de lo sucedido.
“Solo quiero justicia para mi hija; una niña qué le hubiera hecho (a sus agresores)”, cuestionó entre sollozos. (22/05/2017)