La madrugada del domingo 11 de junio, María J.C., de 20 años, se lanzó de un vehículo en movimiento para ponerse a salvo de la agresión sexual de un conductor de Uber, en Santa Cruz de la Sierra.

A través de la aplicación, la joven solicitó un taxi para retornar a su domicilio y dejar, en el camino, en su casa a una amiga. Eran aproximadamente  las 01.50.

“Tras haber dejado a una de las jóvenes y al encontrarse mi clienta sola, el chofer —identificado como Roy Reynolds H. S.— apagó el GPS, le hizo insinuaciones y se desvío por otra ruta, que no era la que se había definido”, informó ayer el abogado Joadel Bravo.

Ante esta situación, María J.C. se lanzó del vehículo en movimiento y fue socorrida por una vecina que casualmente esperaba a su hija en la calle, mientras el conductor se daba a la fuga”, agregó.

El caso fue denunciado ante el Ministerio Público y la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) a primera hora del lunes 12 de junio, y este viernes, el abogado presentó una acción de libertad contra Uber.

La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz rechazó el recurso y solicitó que acuda a la Fiscalía para que la compañía sea investigada. 

Paralelamente, Bravo solicitó a través de la Vicepresidencia del Estado, la baja del sitio de internet de Uber; a la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), la prohibición de esta aplicación mientras no haya un reglamento que proteja a los usuarios; y denunció a la compañía al Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) ya que su cliente no recibió una factura.

“Uber hasta el momento no ha dado la cara, incluso la bloquearon en su página a mi clienta”, lamentó defensor.

El padre de la joven, Miguel Angel J. M., pidió celeridad a las autoridades del Ministerio Público y de la Policía para dar con el paradero del conductor y que se haga justicia. “Es injusto lo que está pasando, le siguen haciendo a mi hija exámenes psicológicos diariamente, y no avanza el caso. Pareciera que ella fuera la causante y no la víctima”, cuestionó el denunciante en un contacto con La Razón. Este diario no logró obtener la contraparte de la firma. (16/06/2017)