Vecinos de Achacachi amenazan con extender el bloqueo; Gobierno aboga por el diálogo
El exdirigente campesino Felipe Quispe dijo que sus bases esperarán hasta esta tarde para la renuncia del alcalde Édgar Ramos y la liberación de tres dirigentes detenidos.
Los pobladores de Achacachi mantienen el bloqueo en la carretera a Copacabana y amenazan con extender su medida de presión a otras zonas. Tendieron una “alfombra de piedras” en gran parte de la nueva carretera.
Mientras, el Gobierno y dirigentes de los denominados Ponchos Rojos, campesinos que habitan en la zona, abogan por el diálogo.
El exdirigente campesino Felipe Quispe, conocido como El Mallku, es el responsable de organizar la protesta y advirtió que se extenderá el número de puntos de bloqueo si el alcalde de Achacachi, Édgar Ramos, no renuncia al cargo en el curso de esta jornada. “Se va a extender, ya hemos hablado con la gente de otras provincias, además a mí me conocen”, sostuvo.
Desde el punto de la movilización y rodeado por varias personas, muchos con los rostros cubiertos con pasamontañas, recordó que el año 2000 hubo movilizaciones que se saldaron con dos muertos pobladores de Achacachi y un militar. “No ha habido ni un encarcelado hasta ahora, entonces, se puede arreglar esto ”, insistió.
Los vecinos de Achacachi retomaron el martes el bloqueo y lo extendieron hasta zonas vecinas con la finalidad de ejercer presión para lograr la libertad de tres de sus dirigentes encarcelados por estar vinculados con los hechos de violencia de febrero, cuando se quemó la vivienda y el vehículo de Ramos, quien pertenece a filas del Movimiento Al Socialismo (MAS) y es acusado por actos de corrupción que no fueron comprobados.
La tensión se agudizó el miércoles. Un contingente policial llegó cerca al cruce Peñas, en la vía a Copacabana, y los movilizados, al verlos, acudieron a su encuentro lanzando piedras y haciendo detonar petardos y cachorros de dinamita. Los uniformados retrocedieron y se replegaron a El Alto en medio de gases lacrimógenos que lanzaron.
Gran parte de la carretera recientemente inaugurada se encuentra “sembrada” de piedras y parte de los bloques de cemento que dividen la vía fueron movidos y utilizados para interrumpir el tráfico vehicular, que fue suspendido desde la Terminal de El Alto y del Cementerio.
Quispe lideró los bloqueos de 2000, que precedieron a la revuelta social de 2003 que acabó con la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien huyó a Estados Unidos.
Hasta la ciudad de La Paz llegaron dirigentes de los llamados Ponchos Rojos, campesinos de Omasuyos, provincia de la que forma parte Achacachi. El dirigente Juan Carlos Laura llamó a los movilizados a dialogar y pacificar la zona. “Hermanos que están movilizados, los invito a sentarnos a una mesa del diálogo y entonces iremos a una pacificación”, abogó.
Tras una reunión con el presidente Evo Morales, el presidente del Senado, Alberto Gonzáles, también llamó al diálogo y recordó que la vía constitucional para alejar a una autoridad electa de su cargo es el referéndum revocatorio, que estará habilitado en diciembre una vez se cumpla la mitad de la gestión de las autoridades subnacionales.
Ramos es el motivo del conflicto, que empezó en febrero tras cuestionarse su gestión. Una vez se se quemaron su casa y su vehículo, los Ponchos Rojos ingresaron a la ciudad capital y en represalia apedrearon casas y saquearon negocios. La tensión fue reactivada tras la revocatoria de la detención domiciliaria y su envío a prisión de los tres detenidos por los hechos de febrero.
El viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Alfredo Rada, calificó de política la protesta tras que asumirá el control del conflicto Quispe, quien hoy advirtió que lo conocen como exdirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y que tiene aliados en distintas provincias dispuestos a sumarse a la protesta. (24/08/2017)