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La discoteca donde desapareció una pareja operaba sin licencia y fue cerrada tres veces

Este martes se cumplen nueve días sin noticias de Carla Bellott ni de Jesús Cañisaire. La discoteca Planta Baja, ubicada en la calle Figueroa, donde desapareció la  pareja que festejó ahí la llegada de 2018, operaba sin licencia y fue clausurada tres veces.

“Cómo la Alcaldía va a dejar que funcione ese local tres veces clausurado. Solo cambian el nombre y vuelven a abrir sin tener ni licencia, qué hace la Alcaldía, por qué ni las cámaras funcionan”, reclamó Gabriela, hermana de Jesús.

El coronel Jhonny Aguilera, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, corroboró que en el allanamiento efectuado la noche del pasado viernes se constató que “las cámaras de seguridad de la discoteca no están conectadas a ninguna fuente y las ponían para descargo municipal”.

Para conocer cómo es posible que este establecimiento haya funcionado sin licencia y tenga cámaras de vigilancia de adorno —violando una norma edil—, La Razón contactó al subalcalde Fernando Valencia, quien indicó que esta actividad era ilegal y no reunía los requisitos y condiciones técnicas. “Aprovechando la fiesta de Año Nuevo abrieron, pese a existir una clausura definitiva, en franca desobediencia a la disposición legal del municipio”.

Carla y Jesús, de 25 años, tienen una relación amorosa de hace más de 10 años. El 1 de enero salieron rumbo a esa discoteca por un pedido expreso de los amigos de la joven, integrantes del grupo musical La Nueva Onda, que amenizaba la fiesta.

“El Año Nuevo nos marcó,  aquel día Jesús cocinó lechón para toda la familia. Él pidió que hagamos un brindis y que no peleemos. Nos reunió y dijo que nos quería mucho. Después de ello fue a buscar a su novia para salir”, recordó Gabriela.

Ilda Calatayud, madre del joven, quien cursa el último semestre de la carrera de Economía en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), contó que cuando una embolia mató a su esposo en  2003, Jesús, entonces de 15 años, asumió la responsabilidad de proveer el sustento diario y trabajó con ella en un taller de costura.

“Aprendió a coser y con lo que ganaba pagaba todos los gastos de su carrera. Él es tranquilo”.

Carla también es fundamental para su familia. Había asumido la responsabilidad de cuidar de su madre, quien sufrió un accidente. “Tiene cuatro hermanas, ella es la mayor y siempre fue seria, trabajadora y muy unida a su novio desde el colegio; hasta vivieron juntos”, recordó Zelma Bellott, tía de la desaparecida.

La joven quedó huérfana de padre cuando niña. “Ella estudió Contaduría Pública en un instituto, estaba trabajando en un entidad financiera y ya casi era jefa”.
La pareja convivió tres años, sin embargo, el año pasado cada uno volvió a la casa de sus padres, sin romper la relación amorosa, porque decidieron ahorrar el dinero del alquiler para casarse en diciembre de 2018.

“Las amistades fueron quienes insistieron en que vayan (a la discoteca), no es que ellos frecuentaban el lugar, a ellos no les gustaba mucho ir a fiestas”, explicó la tía de la desaparecida.

Gabriela, hermana de su novio, reafirmó lo dicho. Dijo que como la relación con Carla era cercana, la conocían muy bien y ella no solía consumir bebidas alcohólicas.
“Las versiones de que estaba ebria nos extrañan, ella es muy sería. Creo que algo malo les pasó”.

Mientras pasan las horas, la Policía sigue realizando rastrillajes y peritos analizan los registros de los equipos de videovigilancia instalados en la calle. “Hemos efectuado reconstrucciones con los empleados del lugar. Dicen que se fueron a las 08.00. También se hizo un examen de luminol en el lugar y no se hallaron (restos hemáticos)”, apuntó Aguilera.

Por el momento, no hubo movimientos de sus cuentas bancarias, solo un depósito a la joven; quien la efectuó declaró que era un pago que tenía pendiente. (09/01/2018)