Icono del sitio La Razón

Surge una polémica por las causas de la mazamorra de Tiquipaya

¿Cuáles fueron las causas que ocasionó la mazamorra en Tiquipaya? Al momento de responder esta pregunta, surgió una controversia entre expertos, vecinos y funcionarios públicos.

De acuerdo con la antropóloga María Esther Mercado, los incendios que ocurren dos a tres veces al año con el fin de lotear terrenos en áreas cercanas a los ríos, es una de las causas.

“Las normas medioambientales indican que para construir cerca de un río tiene que haber al menos 140 metros en cada ladera, pero parece qua aquí hay solo 15 metros”, dijo la profesional y vecina de ese municipio.

Por otro lado, otra causa para que haya ocurrido el desastre en esta región es la deforestación, “porque los árboles son represa natural para la lluvia”.

El jefe de la Unidad de Riesgos de la Gobernación de Cochabamba, Óscar Soriano, dijo que esas afirmaciones son especulaciones. “Ha habido acumulación de agua, se ha desplomado mucho material en el cauce de los afluentes y se ha desbordado el río Taquiña”, explicó la autoridad, quien añadió que otra causa es que el año pasado hubo una “época muy seca que ha deshidratado el terreno”.

El ingeniero medioambiental Ruddy Cejas coincide con Soriano con respecto a que las lluvias ocasionaron los desastres, aunque también reflexionó que otro problema fue que esas tierras no son recomendables para ningún tipo de actividad. “Estos terrenos son para cultivo, forestación y servicios ecológicos, pero no para urbanizaciones”. “Las urbanizaciones ocasionan que donde hay suelo, ahora haya cemento; donde tenía que haber tierra ahora haya casas, hay descargas de aguas residuales”.

El tercer motivo para la emergencia natural, según Cejas, es que hay sobreexplotación de arena, piedra y roca en los ríos, que ocasiona que se amplíen los lechos de ríos. “Eso hace que quede material suelto encima, que con las lluvias es arrastrado, que socaba y llena la sección del río”.
El ingeniero recomienda que en el corto plazo se lleve maquinaria a las cabeceras de cuenca y se saque todo el material suelto que ha quedado.

A mediano plazo propone que los ríos sean encauzados, mientras que a largo plazo plantea que haya un manejo adecuado de las cuencas, se prohíba asentamientos humanos, un plan de reforestación y apelar a las tradicionales cabeceras de cultivo. “Los cultivos que hacemos ahí son intensivos, no hay un manejo adecuado; lo que debemos hacer es recurrir a la tecnología ancestral y hacer terrazas de formación lenta”, finalizó. (11/01/2018)