WhatsApp de padres, 5 problemas recurrentes
Tres profesionales exponen los riesgos en los chats de progenitores.
En los grupos de WhatsApp de padres de familia es posible fomentar el bullying y tener rencillas con otras familias. Una educadora, una psicóloga y un activista de redes sociales se refieren al tema. Hay cinco problemas recurrentes en esta red social.
La Razón conversó con la psicóloga Marcela Altuzarra, la profesora Ana Rosa López y el ciberactivista Tonny López; este medio sistematizó cinco problemas en los chats de padres de familia: sobreprotección a los niños; bullying entre los alumnos y también a profesores; se muestran los errores de los niños y se crea una brecha de comunicación; es posible que se generen rencillas entre padres; y existe un bombardeo de mensajes que provoca interferencia respecto a la información académica.
- El problema más recurrente es que en los grupos de chat se fomenta la hiperpaternidad (término que se adecua a los progenitores que consienten en extremo a los hijos y son capaces de enfrentarse a otros padres de familia y a profesores para “proteger” a sus hijos). Altuzarra indica que a los alumnos se les quitan responsabilidades cuando hay un constante control respecto a las actividades curriculares que ellos realizan. “Hay quienes ya no preguntan a sus hijos respecto a las tareas y directamente ven el WhatsApp. Esto también genera desconfianza”.
- Es posible que se fomente el bullying y las críticas contra algunos estudiantes. “Hay conversaciones que pueden llegar a afectar a algunos alumnos y en muchos casos terminan en confusiones”, agrega el ciberactivista. Además es posible que existan quejas contra los profesores y éste es un canal por el que fluyen las protestas que en algún caso pueden subir de tono. La profesora López indica que prefiere mantenerse al margen de estos chats. “Envío cartas informativas mensuales y me evito preguntas y dudas que me llegarían por WhatsApp”, sentencia.
- Cuando los padres de familia preguntan por las tareas de los niños; entonces desnudan una eventual falta de atención de sus hijos en clases. Hay más, se descuida el “cara a cara”, como indica Altuzarra. “Hay papás que ya no van al colegio y dejan de hablar con los profesores para ver cómo está el aprovechamiento educativo de sus hijos”.
- Existe la posibilidad de que se generen rencillas entre padres de familia. “Al ser un medio de comunicación escrito, puede dar lugar a malentendidos, bromas o comentarios que no todos los miembros del grupo entienden o aceptan”, refiere la profesora López.
- Hay un bombardeo de mensajes que impide una comunicación eficaz y existen conversaciones que no son netamente académicas, comenta Tonny López. La profesora Ana Rosa López advierte que “muchos padres/madres trabajan y no tienen tiempo para atender ese grupo de WhatsApp con inmediatez. Por el otro lado, hay padres/madres que abusan de su uso recargando con mensajes”.
La profesora lanzó en Twitter una pregunta: ¿Deberíamos acabar los grupos de WhatsApp de papás/mamás de los colegios? Participaron 70 personas y una mayoría apoyó el cierre de estos grupos.
Para el cibernauta López es necesario no perder el horizonte y hacer de este espacio virtual un sitio para el beneficio de los alumnos. En tanto que la psicóloga Altuzarra pide que el chat no reemplace al seguimiento normal que deben tener los padres sobre sus hijos en las unidades educativas.