Al menos 2.400 arterias de El Alto, en promedio tres por barrio, quedaron en mal estado debido a la excavación de zanjas para la instalación de servicios —alcantarillado o agua potable— y la reposición deficiente de las vías, reportó la Alcaldía.
“Hemos podido identificar y calcular que al menos tres calles por barrio —esta urbe tiene 600— han sido afectadas por estos trabajos de reparación o instalación de servicios básicos. No acusamos a nadie en particular, porque no sabemos en qué momento se efectuaron estos trabajos y bajo qué visión”, dijo Moisés Avila, secretario municipal de Movilidad Urbana Sostenible.
Sin embargo, en esta urbe no son solo las empresas de servicios las que están bajo sospecha, sino los mismos vecinos.
La municipalidad tiene un registro de 46.503 calles y avenidas, por lo que las 2.400 vías equivalen al 5%, que estarían afectadas. Existe otro porcentaje de calles y avenidas que tienen daños por filtraciones de agua, lluvias, tráfico vehicular o el cumplimiento de sus años de vida útil.
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) afín a Unidad Nacional, Raúl Canaza, señaló que el problema es que algunos vecinos realizan trabajos de mejoramiento de manera particular, aunque otros llaman a la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS). “Una vez que terminan se observan baches o elevaciones fuera de nivel”.
La Razón buscó al gerente regional de EPSAS, en El Alto, Gianny Campos, en busca de la contraparte. Sin embargo, el ejecutivo afirmó que el conducto regular para lograr una entrevista es a través de la Unidad de Comunicación de la firma. Sin embargo, en esa oficina se informó que el único autorizado para formular declaraciones a la prensa es el gerente interventor, Humberto Claure, quien no iba a poder responder a las consultas porque estaba realizando inspecciones a las represas que suministran el líquido a pobladores de La Paz y El Alto.
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