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Pantuque fue sometido a eutanasia por sufrir de cáncer

Pantuque, el perro de raza shar pei que en 2017 mordió a un niño y su madre en la zona de Gran Poder, en La Paz, y cuyos propietarios están procesados por delitos de lesiones graves y gravísimas causados por su mascota, fue sometido a la eutanasia debido a que padecía un tumor carcerígeno en la nariz.

El can murió el 26 de abril, según informaron este jueves las autoridades del Gobierno Municipal de La Paz. El lunes, dos meses y 10 días después, el Ministerio Público presentó acusación formal en contra Claudia R. y Miguel Ángel P., en lo que se convirtió en el primer caso de este tipo que se sigue en el país.

El director jurídico de la Alcaldía, Fernando Velásquez, explicó que recién se hizo pública dicha información debido a que el tema legal de este caso volvió a ser noticia tras la presentación de la acusación formal para llevar a juicio oral a los dueños del perro.

En agosto de 2017, un niño de 11 años fue de compras a una tienda cercana a su casa, en la zona Gran Poder, cuando fue atacado por Pantuque, que le causó varias heridas. Los padres del niño pidieron a la propietaria del animal hacerse cargo de las curaciones, recibiendo como respuesta amenazas, razón por la cual instalaron un proceso penal en su contra.

En septiembre, el animal fue remitido a la Casa de la Mascota, de donde fue trasladado a Kamuk, una organización que cuenta con especialistas en psicología animal, para su rehabilitación. No obstante, al momento de ser entregado se observó que tenía un sangrado en la nariz.

“Pantuque fue tratado por sangrado nasal y se le hizo un tratamiento. Nos preocupó mucho porque este problema no cesaba (…) El perro fue rehabilitado, socializaba bien, el problema era su estado de salud. Buscamos la ayuda de un especialista, de un otorrino, y se planificó una primera intervención donde se observó la presencia de un tumor en la nariz”, detalló Andrea Kirkwood, representante legal de Kamuk.

Pese a la atención médica que recibió, el can no pudo recuperarse ya que no podía ni respirar, no podía dormir, ni comer, razón por la cual decidieron someterlo a la eutanasia. «Era inhumano tener vivo al perro, el problema venía desde junio de 2017. Lo bueno es que se rehabilitó, era muy querido en el centro», añadió Kirkwood.

Finalmente, la especialista recomendó a la ciudadanía no dejar en las calles a sus mascotas, porque pueden tener reacciones agresivas que deriven en hechos de violencia, como el que protagonizó Pantuque. (05-07-2018)