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Nymba necesita leche y cariño maternal

Un oso requiere convivir tres años junto a su madre para ser alimentado, aprender a subsistir y recibir cariño. Pero a Nymba, el osezno jucumari de cuatro meses que llegó a Senda Verde después de ser recogido por un transportista en Tarija, se le privó de ello.

“Hay que fortalecerlo en su alimentación porque no ha recibido la suficiente leche materna. Luego, hay cosas que están en su instinto, pero la mamá es la que les enseña, les muestra el peligro. Por eso es tan importante, porque ellos están hasta tres años con su madre”, subraya Vicky Ossio, quien junto a su esposo Marcelo Levy administra el refugio Senda Verde.

La Razón visitó ayer el centro de custodia de fauna silvestre, ubicado en Yolosa, en el municipio de Coroico (La Paz), a donde llegó el osezno de 4 meses, el miércoles.

Como una posible solución, Ossio analiza que Tipnis, la única hembra jucumari de Senda Verde, lo acepte como su cría para darle el apoyo alimentario, las enseñanzas y el cariño materno. La cuadrúpeda tiene 7 años de edad.

Como cualquier osezno, Nymba es juguetón y le gusta explorar. Ayer se trepó a un árbol para quebrar hojas. Está sano, pero con un poco de problemas estomacales. “Es normal, después de lo que vivió”, comenta la administradora.

Levy explica que los jucumaris del refugio (Aruma, de 11 años; Tipnis, la hembra de 7 años; Ajayu, el oso de 6 años que perdió un ojo por el maltrato que sufrió) viven aislados porque son animales solitarios, por ello se habilitará una separación solo para Nymba y Tipnis.

Encuentre la información completa en la edición impresa de La Razón. (01/12/2018)