En 2018, al menos 17 hombres fueron asesinados por sus parejas
Casi todos fueron acuchillados; María Soledad es el caso más emblemático, el 29 de julio sorprendió a su esposo José Ch. D. borracho y violando a su hija de 14 años.
En 2018, al menos 17 hombres fueron asesinados por sus parejas, según un recuento de este diario. El psicólogo Roberto Peña explicó que ésta es una respuesta límite a la violencia machista y que estos casos no pueden ser usados para justificar los feminicidios.
El 16 de febrero, en el Plan Tres Mil de Santa Cruz de la Sierra, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen trasladaron hasta la morgue del hospital de la Pampa de la Isla a Juan Pablo Y. C., de 35 años, quien presentaba una herida en la tetilla derecha. Delia C. B., su pareja, fue aprehendida como principal sospechosa y en el operativo fue golpeada por sus vecinos.
Inicialmente vecinos e inquilinos del inmueble donde vivía la pareja creyeron que se había atragantado, pero en el examen forense se evidenció la herida en el pecho y luego se colectó el arma homicida. El inquilino Antonio L. dijo a los investigadores de la Policía que la pareja siempre discutía, al extremo de no dejarles dormir “Teníamos que ir a decirles que se calmen porque bebían y discutían”.
El 7 de abril, investigadores y un forense se constituyeron en Alto Munaypata, Sucre, para efectuar el levantamiento legal del cadáver de Javier A. R., de 35 años. El forense estableció como causa de su muerte shock hipovolémico. Según el parte policial, la pareja consumía bebidas alcohólicas en un local, donde comenzaron a reñir. Ambos retornaron a su domicilio donde el hombre empezó a golpearla. Silvana T. V. — según declaró— tomó un cuchillo y lo apuñaló. Una jueza ordenó su detención preventiva en la cárcel de San Roque.
El 1 de marzo, en El Alto, Blanca F. M. llamó a la Policía para informar de un hecho de sangre en su domicilio.
Dijo que su esposo Pedro O. C. había estado bebiendo todo el día con sus amigos, quienes lo apuñalaron en una reyerta. Sin embargo, la fuerza anticrimen halló inconsistencias en su testimonio y la mujer terminó confesando que lo hirió en defensa propia. Su cónyuge había consumido bebidas alcohólicas toda la tarde hasta caer dormido. A las 23.00 despertó, la golpeó con un palo e intentó ahorcarla. Ella indicó que tomó un cuchillo de cocina y le hirió dos veces. La homicida tenía moretones y marcas en el cuello y las rodillas.
Sin embargo, el caso más emblemático es el de María Soledad M. S., quien el 29 de julio sorprendió a su esposo José Ch. D. borracho y violando a su hija de 14 años en el municipio de Pucarani, departamento de La Paz. Ella ya estaba durmiendo, cuando escuchó los sollozos de la adolescente de 14 años. Al ver lo que estaba pasando, la madre se abalanzó sobre el agresor, le apretó el cuello hasta desmayarlo, lo cargó en una carretilla y lo abandonó en la cuneta de un camino, donde murió congelado.
Encuentre la nota completa en la edición impresa de La Razón. (01/01/2019)