En medio de una polémica, denuncias de sobornos y testimonios de varias supuestas víctimas, la dirigente de las trabajadoras sexuales de El Alto Lily Cortez fue aprehendida y ahora es investigada por un caso de proxenetismo y trata de personas. La mujer era protagonista de las movilizaciones en defensa de los derechos del sector.
La mañana del martes, un grupo de mujeres se acercaron hasta las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para denunciar a la conocida dirigente. Dijeron que en principio temían por las represalias que pudieran existir por la decisión que habían adoptado .
“Hicieron la denuncia contra esta señora y otras personas por el delito de explotación sexual, violencia sicológica y física y otras. Estaban asustadas y no querían realizar la denuncia”, contó la teniente Paola Fernández, en una entrevista con la red Unitel.
Con los primeros indicios, en la tarde la fuerza del orden intervino el alojamiento Flores de esa urbe, donde se encontraba Cortez acompañada de nueve personas que, presuntamente, retenía bajo amenazas. Dos personas sindicadas escaparon.
La denuncia da cuenta que la dirigente les había quitado los documentos personales molesta porque decidieron alejarse de su negocio de prostitución.
“La Policía siempre supo que esto iba a ser así, lastimosamente las veces que se ha realizado algún tipo de investigación ha quedado trunca y los policías en proceso, entonces esto nos ha impedido poder demostrar cual es la participación de ella en todo el movimiento de la prostitución en El Alto”, lamentó el subdirector de la FELCC, coronel Freddy Medinacelli.
El jefe policial contó que el grupo acusado de proxenetismo que lideraba Cortez cobraba a las trabajadoras sexuales a su cargo comisiones supuestamente para la FELCC, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) que certifica su actividad y para otras instituciones como la Fiscalía.
“Inclusive, en diciembre aportaron 50 bolivianos para, dizque, canastones para la Policía, esto nos llamó mucho la atención”, reveló.
La denuncia alcanza a la Intendencia Municipal de El Alto, a la que acusan de no hacer controles, y a las Defensorías que, dicen, no controlan la presencia de menores de edad que inclusive trabajan en el comercio sexual disfrazadas con un antifaz.
No fue todo. Medinacelli denunció que en medio del escándalo un individuo que en primera instancia se presentó como presidente de la zona 12 de octubre, centro de operación de los lenocinios alteños, y al que vio como un “aliado”, resultó ser el abogado defensor de Lily Cortez.
La Policía toma las declaraciones a los involucrados y se espera la audiencia de medidas cautelares. (09/01/2019)