Como se había acordado, el Gobierno anunció que este lunes envío al Colegio Médico de Bolivia el documento de respuestas a sus inquietudes y dudas sobre la implementación del Sistema Único de Salud (SUS). El ministro del sector, Rodolfo Rocabado, tiene reparos sobre la apertura de los galenos a la explicación brindada cuando se sobrepone el interés gremial.
“Esperamos que las respuestas que se han generado sean las que a ellos, la verdad, les permita absolver las dudas en la implementación del SUS pero nosotros tenemos ciertas dudas porque en la medida que interpongamos intereses de gremio sobre los intereses del pueblo se complica mucha la situación”, sostuvo.
La semana pasada representantes del Gobierno y de los médicos sostuvieron una reunión para tratar la nueva política en materia salud que ya empezó con el registro de los beneficiarios. Ambos expresaron su predisposición de llegar a un acuerdo, pero todo estará supeditado, precisamente a la respuesta del Ejecutivo. En ese entonces, la delegación de La Paz abandonó la cita.
Para el ente colegiado no hay las condiciones de infraestructura, equipamiento y de recursos humanos para la iniciativa. Posición contraria tiene la administración de Evo Morales, es más, el vicepresidente Álvaro García anunció que de ser necesario incrementarán en $us 1.000 millones más el presupuesto del SUS para dar salud a todos los bolivianos.
Inicialmente arrancará con $us 200 millones y en los diferentes establecimientos del sector público, no de la seguridad social. El 2018 los médicos cerraron con un paro de 48 horas, medida de presión que ahora está restringida debido a un recurso legal que instruyó al Gobierno, gobernación y alcaldía de La Paz impedir la suspensión del servicio de salud con la amenaza de procesos a quienes la promuevan.
Rocabado aseguró que hay la predisposición de continuar dialogando con los médicos.
La Confederación de Médicos de Bolivia, afín al Gobierno, ratificó este lunes con una movilización su apoyo «indeclinable» a la implementación del SUS que se perfila beneficiará a unas 5,8 millones de personas que no cuentan con un seguro médico.