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Las calles de La Paz se llenan de basura; Revilla advierte de una potencial ‘emergencia sanitaria’

Día que pasa la situación se agrava en la ciudad de La Paz con promontorios cada vez más grandes de basura en las calles y alrededor de los contenedores. El alcalde Luis Revilla advirtió que si no se levanta el bloqueo en el ingreso al relleno sanitario se avecina un riesgo de «emergencia sanitaria».

El conflicto se originó debido al deslizamiento de magnitud que provocó la liberación de 20.000 litros de lixiviados y 850.000 toneladas de basura la noche del 15 de enero en Alpacoma. Habitantes de Achocalla denunciaron daños ambientales y a su salud por lo ocurrido.

Desde hace días empezaron un bloqueo en el relleno sanitario que impide el recojo de la basura, que se acumula en calles y alrededor de los contenedores dispuestos en diferentes puntos de la ciudad.

Revilla advirtió que es cuestión de horas para que se genere una emergencia sanitaria por la acumulación de basura en las calles.

Basura acumulada en Sopocachi. Foto: Christian Calderón

“Estamos efectivamente a punto, a horas, de que tengamos una emergencia sanitaria si es que no se abre el relleno sanitario, porque no hay otra posibilidad. El trabajo que se hizo no aguanta más tiempo, no existen miles de volquetas en la ciudad, no hay forma de seguir haciendo esto (acumulando)”, aseguró.

El Gobierno, a través del Ministerio de Salud, declaró alerta sanitaria por el deslizamiento, sobre todo por el riesgo de contaminación del río Achocalla, aunque la Alcaldía de La Paz descarta esa posbilidad debido a las medidas de prevención tomadas.

La Alcaldía tiene un contrato de administración del relleno con la empresa Tersa hasta el 2025. Actualmente se cuenta con celdas habilitadas para recibir basura. La capacidad diaria es de aproximadamente 600 toneladas.

A través de una carta, Revilla pidió a su par de Achocalla, Dámaso Ninaja, levantar el bloqueo y permitir el ingreso al relleno sanitario. 

También recomendó a los vecinos no sacar sus residuos a la calle por al menos unos tres días, aunque advirtió que tampoco es una solución sostenible ante el riesgo para la salud. (21/01/2019)