Fuera de las 101 viviendas situadas en las franjas roja, verde y azul del deslizamiento, más de un centenar no cuenta con agua en red debido a los trabajos de reconducción de la red de alcantarillado y se abastece de tanques, se informó ayer.
Las poco más de 100 viviendas se encuentran en Inmaculada Concepción y San Jorge Kantutani, informó el secretario de Gestión Integral de Riesgos, José Pacheco.
Para paliar el corte del servicio se instalaron en áreas adyacentes al menos siete tanques, con una capacidad de hasta 20.000 litros, los cuales son utilizados para abastecerse por las personas que están fuera del área de influencia directa del desastre y por los damnificados de los campamentos.
Pacheco informó que las viviendas que sufren el corte no están en riesgo y que tampoco tienen problemas con sus sistemas domiciliarios. “Estamos a la espera de que se concluyan los trabajos de reconducción del sistema (de alcantarillado) sanitario. No se puede dar la orden de que se restablezca el suministro, mientras no se concluya esta reconducción.
Se puede dar agua a todos sin problema, y esperamos rehabilitar el servicio de forma paulatina”. Según explicaron damnificados, en los campamentos se alojan personas cuyas edificaciones no necesariamente están en las franjas bajo monitoreo, las que no pueden retornar a sus casas porque no tienen suministro en red.
Una de ellas es Pascuala Navarro, quien junto a unas 10 familias está en el campamento Fígaro. Ella tiene su vivienda en la parte contigua a las instalaciones de la Armada Boliviana.
“No estamos en ninguna franja, pero igual estamos afectados porque no podemos ingresar, no hay agua y tampoco energía eléctrica. Trato de ir para dar de comer a mis gatitos y perritos”.
Además informó que tampoco les dan facilidades para ingresar a sus domicilios, porque aún hay un fuerte resguardo policial. Quienes no están en los albergues temporales optaron por ir a vivir con sus familiares, mientras se resuelve el problema.
Por otra parte, el director de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), Víctor Rico, verificó este viernes la calidad del líquido que se suministra a los tres campamentos de damnificados y la de los tanques.
Tras la operación observó que el contenido de un tanque en la cancha Fígaro y de las cisternas que utiliza la Alcaldía para proveer agua no cumplen estándares mínimos de calidad.
“Hemos detectado un problema: los (camiones) cisterna se cargan un día anterior y éstos no tienen precisamente las condiciones apropiadas para el transporte de líquido.
En un tanque estacionario hay también un problema de sanitización y hay turbidez por encima de lo permitido”. Rico adelantó que enviará sus observaciones al gobierno local con el fin de que sean subsanadas.
Pacheco dijo que el agua de las cisternas está destinada en exclusiva a asear los baños y lavar la ropa. La que es para consumo humano es de botellones y botellas producto de las donaciones.
“La intención de fondo es que el agua para los damnificados y la gente sea de calidad, así se utilice en los baños”, ratificó Rico, quien sugirió hacer una limpieza de cisternas y tanques con cloro. (18/05/2019)