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La caída de Los Juaneros, golpe a la trata de colegialas

La desarticulación del clan Los Juaneros, el 12 de mayo en El Alto, es uno de los golpes más duros a la trata y tráfico de adolescentes con fines de explotación sexual en esta urbe, con 20 de sus miembros sometidos a medidas cautelares  y 11 víctimas.

Los proxenetas cobraban a los “clientes” por una hora, o 15 o 20 minutos, desde Bs 300 hasta Bs 500 —este último monto por una virgen—, pero las víctimas recibían cerca del 20%, entre Bs 100 y Bs 150. El resto era repartido al que conseguía al “cliente” y las “tías”, que hacían vigilancia cerca de los alojamientos. Las adolescentes podían ser requeridas en cualquier momento.

En 2018 comenzó a operar  esta organización, inesperadamente liderada por dos mujeres: C. W. Q. R., alias la Peruana (aunque es boliviana), de solo 16 años, y Gabriela Q. Ch., de 18, alias Amorosa. En el segundo caso, tal apodo reflejaría una personalidad afectuosa, sin embargo, era “la más temida del clan”, pues amenazaba de muerte a las víctimas, informó Lourdes del Pilar Díaz, fiscal especializada en delitos en razón de Género, Trata y Tráfico y Violencia Sexual de El Alto.

La punta del ovillo fue la captura, el 9 de mayo, de E. R. A. P. y G. A. P. T., una pareja de 16 años, que explotaba sexualmente a nueve adolescentes, de entre 13 y 17 años, y a una joven de 20, en un local de la zona 12 de Octubre.

La fuerza anticrimen dio con ambos a través de una de las víctimas: J. J. Q., de 16 años, quien estaba desaparecida y fue encontrada deambulando por la plaza Juana Azurduy de Padilla. Ella contó que había escapado de un local donde había más menores de edad.

El 12 de mayo fueron aprehendidas la Peruana, la Amorosa, cinco “tías” y administradores de los alojamientos que permitían ese comercio sexual.

Encuentre la información completa en la edición impresa de La Razón. (25/05/2019)