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Vecinos ‘reurbanizan’ tres sectores del megadeslizamiento de 2011 en La Paz

Entre pajonales, arbustos y vías de tierra, las construcciones de ladrillo, cemento y calamina se multiplican en Santa Rosa de Callapa, Santa Rosa de Azata y Valle de las Flores, afectadas por el megadeslizamiento de 2011. 

Ante la falta de alternativas habitacionales, vecinos reurbanizan el sector por su cuenta. En la parte superior del área dañada por el desastre en 2011, donde se encuentran Santa Rosa de Azata y Santa Rosa de Callapa se pueden ver más de 100 construcciones, en su mayoría precarias.

“Personas que resultaron damnificadas no recibieron una solución habitacional, por ello, han decidido volver, recuperar sus propiedades y vivir nuevamente aquí”, informó Adrián Zegarra, dirigente de Valle de las Flores.

Según pobladores, tras el restablecimiento de los servicios de energía eléctrica, agua potable y alcantarillado, más personas retornaron, especialmente el último año. “Había sitios que tenían como barrancos, pero como quedó terraceado y no hay control, incluso vinieron loteadores a querer aprovecharse, y decidimos retornar para cuidar nuestros bienes”, agregó.

HECTÁREAS. El 26 de febrero de 2011 se produjo el megadeslizamiento que afectó a 148 hectáreas. El evento aquejó a las zonas de Pampahasi Bajo Central, Kupini II, Valle de las Flores, Santa Rosa de Azata, Las Dalias, Alto Villa Salomé, Jokoni, 20 de Octubre, 23 de Marzo, Cervecería, Irpavi II y Metropolitana;  2.237 predios y dejó a más de 6.000 familias damnificadas.

En octubre de 2012, la Alcaldía de La Paz presentó el estudio “Zonificación de áreas de riesgo y medidas de mitigación del deslizamiento, complejo Pampahasi-Callapa”, que fue encargado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el cual señalaba que las únicas áreas habitables de esas 148 hectáreas eran Callapa y parte de Santa Rosa de Callapa y advertía de la imposibilidad de habitar la parte alta  donde se ubican las otras zonas, recomendación desoída por los vecinos.

“En Valle de las Flores ya hay por lo menos 30 casas, en la parte de Kupini también están ingresando, ya deben haber unas 20 más”, dijo el vecino Jorge Choque.

En Santa Rosa de Azata, en nivel amarillo, las construcciones deben efectuarse con restricciones, que implican la realización de estudios geológicos, uso de losas radier y pilotes. En anaranjado están Santa Rosa de Callapa, Alto Villa Salomé, Valle de las Flores y Metropolitana, suelo que es recomendado solamente para áreas de recreación y área forestal.

¿Por qué decidieron retornar? En criterio de los dirigentes, es porque los que perdieron casas y terrenos no tuvieron una solución habitacional. De los 2.237 predios afectados, los propietarios de 750 se registraron para acceder al programa de vivienda, pero solo 224 fueron beneficiados.

“Ya no hay esperanza, la gente ha decidido retornar al lugar. Estamos en esa planificación de cómo reubicar las calles y los otros detalles”, expresó Choque.

Amanda Méndez, representante de la Asociación Comunitaria del Distrito 17 —Callapa, Santa Rosa de Callapa, Kupini, San Isidro, Villa Armonía, Barrio Minero, Zenobio López, Villa Litoral,  IV Centenario, Germán Jordán y Jokoni— dio a conocer su preocupación por las construcciones que se erigen en la zona.

“Hemos pedido a la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos una inspección para hacer una evaluación. Conocemos que la Subalcaldía de San Antonio no ha dado autorizaciones y, por ello, algunos vecinos acudieron a Palca (…). No nos podemos oponer a los propietarios que quieren volver a este sector, empero, tienen que cumplir los requisitos técnicos”, manifestó.

La Razón solicitó información a la Alcaldía, a través de su Dirección de Comunicación,  sobre esas edificaciones, no obstante, hasta el cierre de esta edición, no hubo una respuesta.

Impuestos. Consultado sobre cuántos predios tributan en el sector del megadeslizamiento, Ramón Servia, director de la Administración Tributaria Municipal (ATM), recordó que tras el desastre, la Alcaldía emitió la Resolución Administrativa DEF/UEGATM/N° 09/2011, con la finalidad de que se puedan inhabilitar los registros tributarios o modificar los datos técnicos de los inmuebles. A la fecha, continúan apersonándose los interesados.

“Es difícil precisar la cantidad de contribuyentes, considerando que existen ciudadanos registrados en municipios vecinos. Dentro del sector (hay) inmuebles  afectados parcialmente, que deberían seguir tributando, y otros que fueron afectados en su totalidad y que se reubicaron pese a las restricciones”.

Serbia indicó que la administración tributaria municipal intentó generar un procedimiento masivo de bajas del padrón de contribuyentes para Callapa.

“Sin embargo, encontramos oposición de los mismos damnificados, que manifestaban que no iban a ceder su derecho propietario porque muchos tenían la esperanza de volver, sea como sea”.