Walter M. V. fue enviado al penal de Palmasola en medio del repudio de gran parte de la población cruceña y del resto del país. El sujeto decidió terminar con las vidas de sus cuatro hijos (dos biológicos); primero los envenenó y al ver que no consiguió su objetivo acabó apuñalándolos una a uno en medio de los gritos de sus víctimas que clamaban un auxilio que nunca llegó. Luego, grabó un video en el que explica los motivos de su decisión.
La sangre de Briana (15), Adriana (10), Matías (5) y Santiago (4) —era padrastro de las dos primeras — quedó regada en la vivienda, a la cual luego llegó más tarde la madre para constatar el hecho en medio de gritos de dolor.
Tras cometer el crimen múltiple, el hombre intentó quitarse la vida ingiriendo detergente mezclado con tachuelas y posteriormente lanzándose desde un puente del Cuarto Anillo, pero no lo consiguió. Fue rescatado y llevado a un centro médico, donde el domingo, pese a su delicado estado de salud, se instaló la audiencia de medidas cautelares.
El caso
Según el cuaderno de investigación, el 30 de agosto del presente año, aproximadamente a las 17:00, Walter M. V., primero dio de comer pescado impregnado con raticida a sus cuatro hijos y, posteriormente, en diferentes lugares de su casa procedió a apuñalarlos uno a uno en la zona del tórax provocándoles la muerte inmediata a los tres menores de 9, 5 y 3 años de edad.
Luego, con la misma saña, ingresó a la habitación de su hija de 15 años y con la misma arma procedió a apuñalarla; en su defensa la menor logró golpear al ahora detenido con una botella, pero no logró vencerlo y perdió la vida.
Luego del hecho, el sospechoso juntó las dos camas que habían en el lugar y acomodó los cuerpos tapándolos con una colcha como si estuvieran dormidos, informó la Fiscalía.
Finalmente grabó un video en el que relata cómo había ejecutado su macabro plan y explica el motivo por el cual tomó esa decisión. Contó que su esposa habló de separarse y que días antes le había comentado que se llevaría a sus hijos a vivir con el padre de sus primeras hijas.
Denunciado por violencia
Guadalupe Paola Abelo Rojas está destrozada. Sus párpados quedaron inflamados por efecto del llanto. “En julio del año pasado, lo denuncié en la Policía de Warnes por violencia doméstica y me separé de él. Después me pidió perdón y, con mi hija mayor, acordamos darle una oportunidad para que viera a sus hijos”, contó a la prensa el domingo.
Dijo que “tampoco podía alejarlo de la casa” porque el inmueble en el que vivía con sus hijos es del hermano del asesino. Pero no era solo eso. “Mis hijas me pidieron que nos quedáramos allí porque ellas no querían abandonar el colegio donde estaban estudiando”, explicó la mujer.
El fiscal departamental de Santa Cruz, Mirael Salguero, destacó que los funcionarios de esa repartición presentaron varios elementos que prueban el infanticidio y feminicidio de sus cuatro hijos, delitos por los cuales ahora se procesa al asesino confeso.
La Fiscalía informó, con base en las investigaciones, que la pareja llevaba una vida marcada por constantes discusiones, problemas generados por los celos que llevaron a analizar una separación. Cuando era trasladado al hospital, el sujeto contó a la Policía que decidió matar a sus hijos porque su pareja intentaba “quitarle” a sus hijos. (02/09/2019)