Defensoría halla indicios de tortura policial en la muerte de una persona
"Lo han tratado como una pelota, jugando con él como si fuera un objeto, es una barbaridad el concepto que se tiene de la persona humana”, señaló la representante departamental de la Defensoría de La Paz, Teresa Subieta.
Antes de morir, Andrés Mamani dejó en un video su testimonio sobre cómo fue golpeado por policías mientras yacía en el suelo. La Defensoría del Pueblo de La Paz activó una investigación mediante la cual descubrió que el sujeto falleció luego de sufrir ultrajes, torturas y golpes que terminaron por destrozarle varias costillas; una de ellas dañó su intestino.
Sobre la base de esos indicios, urgió a las autoridades establecer responsabilidades sobre este hecho.
El día del hecho, Mamani se encontró con un amigo en situación de calle, un indigente consumidor de bebidas alcohólicas. De acuerdo con un reporte de la red Bolivisión, ambas personas ingresaron a un inmueble en construcción para compartir bebidas.
Ahí llegaron efectivos motorizados de la Policía de Ayuda Ciudadana (PAC) para desalojarlos, pero de forma violenta. "A mi cuate (amigo), feo lo han pisoteado", contó el amigo del ahora difunto, quien mostró las magulladuras de los golpes.
Luego, Mamani quedó postrado en su habitación hasta que escupió sangre, lo que desató la alarma. Sus hermanos lo trasladaron a un centro médico de Obrajes, en la zona Sur de La Paz, pero estaba cerrado, por eso deciden llevarlo a otro de Los Pinos, aunque ya era demasiado tarde debido a que falleció en el camino.
La representante departamental de la Defensoría de La Paz, Teresa Subieta, designó a un “servidor del pueblo” que actuó de oficio y verificó la veracidad de la denuncia.
“Ha encontrado no solo esta barbaridad respecto de la muerte que le han ocasionado a este hermano (…). Lo han tratado como una pelota, juagando con él como si fuera un objeto, es una barbaridad el concepto que se tiene de la persona humana”, reveló la delegada en una entrevista en la red Bolivisión este miércoles.
Inclusive inquirió que los uniformados involucrados en este caso “parece que no tienen formación, no saben cómo es el trato y la relación con las personas, han jugado con su cuerpo al extremo que le han roto las costillas y que una de estas le ha perforado el intestino y por eso ha muerto”.
Su caso no es aislado. Durante las pesquisas se estableció que otras personas en situación de calle sufrieron ese tipo de maltratos.
“Nos llevan a las motos y nos flagelan y pegan, Dios mío que no se les vaya la mano y a uno lo pueden llevar a la muerte”, dijo uno de ellos.
El funcionario a cargo de las pesquisas se contactó con otras cinco personas que estaban testificando similar situación.
Ellas también, según el informe de Subieta, “han sido torturados maltratados, ultrajados y los hemos llevado al IDIF y ahí y evidentemente no hay por donde perderse, las huellas son clarísimas de tortura, maltrato y vejaciones contra estas personas”.
La delegada informó que a través de una “acción defensorial” en favor de la familia y de la supuesta víctima urgió “responsabilidades de este ultraje y de esta conculcación a los derechos humanos a estos hermanos, y principalmente al que ha fallecido”. También demandó garantías.
La misma red de televisión contactó a algunos jefes policiales que dijeron no conocer ese tipo de denuncias.
Subieta consideró “urgente” una revisión de la currícula de los institutos policiales para evitar ese tipo de atropellos, “sobre todo del contenido en valores y principios hacia la defensa de los derechos humanos”. (04/09/2019)