El plan postincendio en la Chiquitanía se asentará en los ejes de agua, vivienda, producción, bosques y reprogramación y facilidades de acceso a créditos. Ese es el resultado del trabajo de una comisión formada por el Gobierno y los diferentes actores sociales y económicos de esa región del oriente para identificar las necesidades y requerimientos dejados por los incendios forestales.
No se fijaron aún plazos ni presupuesto. El presidente Evo Morales recibió en Santa Cruz las conclusiones de las mesas de trabajo y en lo inmediato comprometió que el Gobierno pondrá el 100% de los recursos económicos para garantizar agua destinada al consumo humano y animal en las comunidades afectadas por el incendio.
Representantes de los indígenas, ganaderos y campesinos participaron de la cita que se extendió por cerca de nueve horas. El dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Jacinto Herrera, pidió la reprogramación de créditos y nuevos créditos con hasta dos años de gracias para quienes invierten en la Chiquitanía.
También demandó al Gobierno caminos de acceso y apoyo técnico para mejorar la producción en la región que ahora es afectada por los incendios forestales. Morales no ve que haya problemas en la reprogramación de créditos, tomando en cuenta la predisposición de la banca frente a otras crisis, y habló de estudiar la posibilidad de créditos con años de gracia.
Uno de los representantes indígenas, que no fue identificado en la conferencia de prensa ofrecida en el aeropuerto de Viru Viru, planteó acelerar la reforestación para recuperar la riqueza natural y su aprovechamiento por parte del sector indígena. Morales respaldó la propuesta y sugirió llamar a biólogos y otros expertos para hacer más eficiente ese trabajo de refortestación.
Morales anticipó que se estudia la posibilidad de edificar viviendas prefabricadas en las zonas afectadas por el incendio y sugirió a quienes trabajaron en las mesas de diálogo incluir todas las propuestas en un documento-convenio para que sea firmada por el Gobierno.
Los ministros de Gobierno, Carlos Romero; de Defensa, Javier Zavaleta, y de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño, participaron en representación de la administración central. Más de dos millones de hectáreas de bosques y fauna fueron consumidas por el siniestro que persiste en la Chiquitanía pese a los esfuerzos desplazados.
Sectores de oposición y activistas demandas al Ejecutivo declarar desastre nacional, pero desde la administración central se rechazó atender ese pedido. Un grupo de indígenas inició este lunes una marcha desde la iglesia de San Ignacio de Velasco para, entre otras demandas, exigir la declaratoria de desastre nacional.
(16/09/19)