Icono del sitio La Razón

Hay 15 casas en riesgo en la zona Santa Bárbara

Al menos 15 viviendas con grietas y humedad en los suelos — tres de las cuales tienen una inclinación de casi 30 grados— son la preocupación de la Junta Vecinal de Santa Bárbara, a la altura del pasaje 3 de Mayo, al que se accede por la avenida Illimani.

La Razón constató lo dicho en una visita a esta zona, en la que hay temor por las consecuencias que puede traer el humedecimiento del suelo. Santa Bárbara es una de las 36 áreas de La Paz con muy alto riesgo de deslizamiento, según el Mapa de Riesgos.

El presidente de la junta, René Aramayo, reconoció que el área en la que habitan —que está atravesada por la falla de Santa Bárbara— es de riesgo. Sin embargo, explicó que hace más de tres años vienen alertando a las autoridades ediles sobre los problemas que se agravan día que pasa y que hasta la fecha no recibieron una respuesta.

“Estamos preocupados. Lastimosamente, pese a las notas que hemos enviado (en total 15) no recibimos una respuesta. Parece que no les importa lo que sucede”.

La Razón buscó la contraparte de la Alcaldía de La Paz a través de su Dirección de Comunicación; sin embargo, hasta el cierre de esta edición (18.18) no hubo una respuesta.

La vivienda más afectada es la número 1848, de propiedad de José Fernández. Al ingreso se puede observar los charcos del agua que filtra de la parte superior a través de la pared del inmueble.

“Para entrar a esta casa se tenía que subir gradas y luego venía la plataforma. Sin embargo, el suelo se ha hundido más de un metro y la anterior construcción que había se vino abajo”, apuntó.

Por ello, los sistemas de agua potable y alcantarillado fueron instalados de forma superficial para evitar que posibles fugas agraven aún más el problema.

Cuando comenzó a moverse el terreno, este vecino solicitó, a través de tres cartas (2014, 2015 y 2016), a la Secretaría Municipal de Riegos (SMGIR) su evaluación e intervención; ninguna fue respondida y tampoco se hizo presente personal técnico.

Sin embargo, lo que recibió Fernández fueron notificaciones de multas por supuestamente haber hecho demoliciones y movimientos en el sector. “Yo solo arrinconé, con las personas que viven aquí, lo que ya se estaba cayendo para evitar riesgos, pero no lo tomaron en cuenta”.

En la parte superior de su casa se encuentran las otras dos construcciones que están inclinadas. En el sitio viven varias familias, según se pudo constatar, las cuales tienen prohibido abrir la puerta a desconocidos.

La mañana del lunes, funcionarios de la Subalcaldía Centro quisieron hacer una inspección, pero pese a escuchar los llamados, sus habitantes no abrieron sus puertas.

Subiendo el pasaje hay otro inmueble que tiene rajaduras de más de 30 centímetros de ancho. La pared principal se encuentra apuntalada con tres troncos. 

Aramayo señaló que hay susceptibilidad de los vecinos afectados porque podrían ser desalojados. “Pero tampoco nos podemos quedar de brazos cruzados cuando se presentan estos problemas y que pueden arrastrar a las casas contiguas”, agregó.

El concejal Mario Condori, del Movimiento Al Socialismo, quien hizo una inspección, anunció un instrumento de fiscalización para conocer las acciones que tomaron tanto la Subalcaldía como la SMGIR. “Con mucha razón las familias están preocupadas, hay filtraciones de agua y no se está haciendo un trabajo de mitigación “.