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Emaverde toma tres medidas para mantener el Jardín Japonés

Tras la muerte de más de la mitad de los peces de la laguna del Jardín Japonés, Emaverde anunció que redoblará el mantenimiento de este espacio, reforzará los filtros purificadores del agua que ingresa al estanque e iniciará una investigación.

“(Vamos a) incrementar el personal de mantenimiento, vamos a reforzar los filtros para que el agua del río Irpavi esté mejor tratada, se investigará profunda e inmediatamente las causales de pérdida de oxígeno (en la laguna)”, dijo ayer Carlos Tapia gerente a. i. de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Forestación (Emaverde).

“Si existieran responsabilidades (administrativas), también se los va a sancionar de acuerdo a normativa”, agregó.

La hipótesis de la empresa municipal —que aseguró que el mantenimiento a este espacio se hace con regularidad— es que algún detergente o químico fue vertido en el caudal del río Irpavi.

Según el funcionario, entre el viernes y la madrugada del sábado, 27 y 28 de septiembre, cambió el agua del estanque artificial.

“El sábado en la noche se han comenzado a presentar peces muertos e inmediatamente se ha comenzado la evacuación de los demás (ejemplares)”.

Sin embargo, La Razón visitó el Jardín Japonés la mañana del lunes 30 de septiembre y constató que siete ejemplares muertos aún flotaban en el estanque, otros nadaban cerca de ellos, al igual que unas 10 aves, entre patos y gansos. El agua no había sido cambiada y la basura flotaba sobre ella.

Emaverde atribuyó la mortandad de 35 de los 65 peces, al incremento de dióxido de carbono, que ocasionó la asfixia de los animales acuáticos, sobre la base de estudios de laboratorio, que establecieron  —indicó— que el pH (es la unidad que describe el grado de acidez o alcalinidad y es medido en una escala que va de 0 a 14) de la laguna estaba en 8,2.

Ante la emergencia, al margen de trasladar a los sobrevivientes a estanques de otros espacios, la empresa procedió a llenar la laguna con agua potable y de vertiente. Esta acción permitió bajar el pH a 7,5 y el objetivo es llegar a 7, que es el punto ideal para devolver a los peces al remanso y proceder a su repoblación.

El cambio del pH solo afectó a ejemplares de la especie Cyprinus Carpio.  Las ranas Hyla Andina y los sapos del tipo Bufo SP no presentaron ningún efecto.

Tapia sostuvo que la mortandad fue algo excepcional que ocurrió el fin de semana, no obstante, ciudadanos que comentaron la denuncia que dio a conocer la Asociación Amor por los Animales Bolivia destacaron que no es la primera vez. “Otra vez hay un montón de peces muertos”, comentó el usuario Raime Neko. “El año pasado reclamamos a la Alcaldía la misma situación. Hoy está peor”, escribió Jane Mérida.