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Policías: Cuando nos atacaron, oramos por nuestras vidas

“Aquel 11 de noviembre fue un lunes negro para la Policía. Vándalos quemaron y destruyeron las infraestructuras que usamos para dar seguridad a El Alto. Todos nos replegamos a Ciudad Satélite. Somos humanos y nos asustamos con la llegada de gente agresiva. Nos arrodillamos y oramos entre lágrimas por nuestras vidas y las de nuestras familias”, recuerda un efectivo que pidió no publicar su identidad por seguridad.

La Razón visitó el viernes la Estación Policial Integral (EPI) 3, en Ciudad Satélite, donde los uniformados intentaban ponerse a buen recaudo ante la furia demostrada por grupos vandálicos.

Unos 1.600 efectivos trabajan en brindar seguridad a El Alto, la segunda ciudad más habitada del país (900.000 habitantes), después de Santa Cruz de la Sierra.

Unas horas antes, el Comando Policial, ubicado en Villa Bolívar D, a metros de la Aduana Nacional y la avenida 6 de Marzo, había sido atacado. Este viernes, la infraestructura lucía en cenizas, con las paredes destrozadas, fierros doblados; solo se salvó la gruta de la Virgen, pero no está la imagen.

El estallido de violencia se produjo tras que Jeanine Áñez asumió la presidencia y luego de que algunos policías de Cochabamba hubiesen arrancado de sus uniformes la wiphala.

“Destruyeron nuestro Comando Policial, que tenía al interior a la FELCC (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen) y Tránsito, atacaron casi todas las EPI y puestos policiales. Golpearon y humillaron a nuestros camaradas. Desde distintos puntos de la ciudad nos replegamos a Ciudad Satélite donde nos sentimos seguros”, relató otro oficial que también pidió el anonimato.

El suboficial primero Franz Luna, quien experimentó este pasaje y fue testigo del pesar de sus camaradas, siente impotencia por los destrozos y saqueos que protagonizaron grupos de personas enardecidas. Cuenta que él y otros uniformados no pudieron contener las lágrimas al ver cómo los recintos policiales eran destruidos sin contemplación.

Luna posteó un video en su cuenta de Facebook donde se ve cómo todos los policías refugiados en la EPI 3 se arrodillan y rezan para que Dios resguarde sus vidas y la de sus familiares. También muestra cómo el comandante regional, Franz Sellis, dirige el resguardo del edificio en medio de petardos encendidos por una turba que se aproximaba. “La fuerza hace la victoria, la unión nos hace fuertes y todos los que estamos aquí es porque estamos con Bolivia”, les animaba el jefe policial.

Tras el Padre Nuestro, otro policía toma la palabra e indica: “Vamos a pedir que sea Dios el que nos cuide y guarde. Su palabra dice ‘alejados de él nada podemos hacer, si nosotros creemos en Dios no importa que vengan miles, siempre vamos a ser triunfadores, siempre vamos a ser ganadores”, arengó el uniformado.

Y como ellos mismos dicen, el milagro de las oraciones llegó, pues a la estación de Ciudad Satélite comenzaron a llegar cientos de vecinos armados con palos, fierros y piedras para sumarse a los policías y salir en su defensa. Tras largas horas de tensión, la turba amenazante se dispersó.

Desde el 11 de noviembre, los efectivos policiales de El Alto “viven” en la EPI de Ciudad Satélite. “No vamos a abandonar el recinto hasta que todo vuelva a la normalidad. Aquí vivimos, estamos acomodados en el suelo, los vecinos nos regalaron colchones y no falta comida”, sostuvo un policía.

A la pregunta si volverán a patrullar las zonas donde estalló el conflicto, coincidieron en señalar que solo lo harán desde la avenida Bolivia hacia la Ceja y de la avenida La Paz también a la Ceja. “No hay garantías para nuestra seguridad y no solo estamos hablando de nosotros, también de nuestras familias, porque algunos vivimos aquí y amenazan”, dijo un oficial.

Otra EPI inutilizada es la del Distrito 8. Una de las policías destinada allí lamentó que la turba la quemara. “La entregaron en 2017, era la más moderna del país, ya nadie querrá ir a trabajar allá”. Esta infraestructura costo Bs 13 millones, tenía un helipuerto y tres bloques donde estaban todas las unidades policiales, oficinas de la Fiscalía, cámaras Gesell y otros. (24/11/2019)