Alcaldes y representantes de concejales de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM-Bolivia) se declararon en emergencia ante la incertidumbre sobre la continuidad o no de proyectos como el Unidad de Proyectos Especial (UPRE), Mi Riego, Mi Agua y otros que favorecían a los gobiernos locales. Además exigen la renuncia del director del Fondo Indígena, Rafael Quispe.
A la conclusión de una reunión en Cochabamba, las autoridades ediles emitieron la “Declaración de Cochabamba” con la firma de al menos 238 representantes de concejales y autoridades ediles de los más de 300 municipios. Uno de los primeros puntos establece que la presidenta Jeanine Áñez recibe a una comisión a las 10.00 del viernes para tratar las demandas ediles.
“Nos declaramos en estado de emergencia nacional por la incertidumbre en la continuidad de programas que son conquista de los gobiernos municipales: UPRE (Bolivia cambia, Evo cumple), FDI, Mi Riego, Mi Agua, FNDR, distribución de ítems de salud, etc, la falta de pago de planillas de obras que tienen considerable rechaza”, establece parte del segundo punto del pliego.
Otorgan un plazo de 15 días calendario para la consolidación de un cronograma de desembolsos, pero además exigen la renuncia del director del Fondo Indígena, Rafael Quispe, “por hacer compromisos en cuanto a desembolsos y no cumplir”.
En el gobierno del expresidente Evo Morales se puso en marcha una serie de proyectos que focalizaban la atención de demandas municipales de agua para riego y consumo humano, además de obras municipales. Para la FAM-Bolivia hay incertidumbre sobre la continuidad o no de esas iniciativas que la consideran una conquista de los gobiernos locales.
Advierten los representantes ediles que de no ser escuchados asumirán, a partir del 4 de marzo, protestas.