Al menos 15 personas murieron en un atraco por un móvil o una billetera
Los crímenes fueron cometidos principalmente en el norte de La Paz, como ser la Garita de Lima, Tumusla, Cementerio General y vías aledañas. También hubo casos en la céntrica avenida 16 de Julio. Del total, al menos cinco fueron cometidos con armas de fuego.
Unas 15 personas fueron asesinadas el año pasado por delincuentes que tenían la intención de robarles celulares, billeteras u otros, informó la Policía. La mayoría de las víctimas eran hombres en estado de ebriedad que salían de eventos sociales.
“En 2019, tuvimos de 10 a 15 levantamientos legales de cadáveres por robos y atracos, porque les robaron su celular, billeteras o carteras. Estos casos se han podido corroborar gracias a las imágenes de las cámaras de (seguridad de) domicilios particulares y del BOL110”, informó a La Razón el capitán René Tambo, jefe de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
Estos crímenes fueron cometidos principalmente en el norte de la sede de gobierno, como ser la Garita de Lima, Tumusla, Cementerio General y vías aledañas. También hubo casos en la céntrica avenida 16 de Julio. Del total, al menos cinco fueron cometidos con armas de fuego.
Los delincuentes por lo general forman grupos de hasta cuatro personas que usan el “acogotamiento” para atacar a sus víctimas y sustraerles sus objetos.
En la mayor parte de los casos, el blanco de los antisociales había participado de un evento social (fiestas, recepciones) y estaba en estado de ebriedad. Del total, solo dos eran mujeres.
Las personas atacadas no murieron ese instante, sino en el hospital o durante el traslado al centro de salud más próximo.
“Los delincuentes esperan a su víctima para obtener algo de valor. En el jaloneo se caen y mueren o pierden la vida por lesiones por arma blanca. Esto generalmente sucede cuando la persona se resiste. Tuve un caso en el que empezaron a pelear y la víctima chocó contra la pared, no falleció ese día, sino dos días después”.
La madrugada del domingo 22 de septiembre de 2019, Mario Patty Velasco, de 32 años, luego de participar de una entrada folklórica, llegó al mercado Las Velas, en Miraflores. Ahí, una pareja lo abordó y le invitó una bebida alcohólica, con la que presuntamente lo doparon. Después, ambos lo llevaron del brazo por la avenida Simón Bolívar, tal como se ve en las cámaras, le robaron sus pertenencias y lo dejaron por el estadio Hernando Siles.
Yerko Fabio G. —quien se encuentra con detención preventiva en Chonchocoro por ser sospechoso del crimen—, encontró a la víctima en el piso y aprovechó para despojarle de su ropa y zapatillas. Mario despertó e intentó defenderse, pero el sindicado cogió dos piedras y lo golpeó con ellas. Una pesaba unos 30 kilos.
Estos casos se presentaron generalmente entre las 20.00 y las 04.00 de la madrugada.
Una peligrosa ‘sociedad’ para los clientes
El año pasado, en al menos tres discotecas de la ciudad de La Paz, la Policía constató que empleados y delincuentes actuaban juntos.
Los asaltantes se hacían pasar por clientes para identificar a sus potenciales víctimas, se ganaban su confianza y luego las asaltaban con violencia. Según el modus operandi, una vez que la víctima decidía retirarse, era acompañada por estas personas, que aprovechan la oscuridad de la noche y las calles vacías para golpearla, mientras les quitaban sus pertenencias.
“Se podría decir que están involucrados los mismos funcionarios (empleados). Según las cámaras de seguridad, se ve que estos delincuentes entran y salen del lugar tranquilamente (como si fuera su casa). Salen con una víctima y luego de una media hora, aproximadamente, retornan al lugar para buscar otras más”, informó a La Razón el capitán René Tambo, jefe de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz.
La autoridad policial lamentó que, en ocasiones, los dueños de estos establecimiento se niegan a colaborar y traban el acceso a los registros de las cámaras de vigilancia, con el argumento de que se destrozan, que el equipo no filmó las escenas o que estas “se habían borrado”. “Vamos a hacer allanamientos en estos locales”, advirtió.
La clausura y precinto de los locales es trabajo de la Alcaldía.