20 municipios se inundan más en el país
El reporte da cuenta de otros 61 municipios con el nivel “alto” de inundaciones y entre ellos están San Andrés, Loreto, San Javier (Beni), Huacaya, Tarabuco, Camargo (Chuquisaca), Villa Tunari (Cochabamba), Mecapaca, El Alto, Caranavi (La Paz), Caracollo (Oruro) y Warnes (Santa Cruz).
En Bolivia, 20 de los 342 municipios sufren más inundaciones, según el reporte histórico 2002-2019 del Sinager. Hay otros 61 que también enfrentan consecuencias, aunque con menor riesgo. Los gobiernos locales piden recursos para defensivos.
Las lluvias en 2014 dejaron 2.000 familias afectadas en Trinidad (Beni) y en 2018, unas 3.000. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) indica que 2014 fue el año más lluvioso de su historia para este municipio.
Trinidad es uno de los 20 municipios (ver infografía) con nivel “muy alto” en cuanto a recurrencia de inundaciones, según el Sistema Integrado de Información y Alerta para la Gestión del Riesgo de Desastres (Sinager), dependiente del Viceministerio de Defensa Civil. En este grupo están, por ejemplo, Umala, Calacoto, Chuma, Ayata (La Paz), Yotala, Padilla, Incahuasi (Chuquisaca) y Chimoré (Cochabamba).
Riadas. El reporte da cuenta de otros 61 municipios con el nivel “alto” de inundaciones y entre ellos están San Andrés, Loreto, San Javier (Beni), Huacaya, Tarabuco, Camargo (Chuquisaca), Villa Tunari (Cochabamba), Mecapaca, El Alto, Caranavi (La Paz), Caracollo (Oruro) y Warnes (Santa Cruz).
En el caso del departamento de Beni, según el director de Gestión de Riesgos, Cristhian Cámara, cada año unas 300 comunidades se ven afectadas por desbordes de ríos, arroyos o lagunas. Marcela Egüez, una vecina de Trinidad, recordó que en 1998 las aguas pasaron el anillo de circunvalación.
Una solución a las inundaciones en esta región es la construcción de unas siete represas para retener el agua en época de lluvias y liberarla en periodo seco, aseguró Cámara. “Si hay cinco represas en Moxos y dos en Ballivián, no tendríamos inundaciones, pero los ambientalistas seguramente se opondrían a las obras”.
Roberto Dehesa, técnico de la Dirección de Alerta Temprana de la Gobernación de La Paz, dijo que los municipios más vulnerables son aquellos que están en orillas de ríos y mencionó a Guanay, Tipuani y Mapiri; sin embargo, éstos no están entre los “muy alto” ni “alto” que catalogó el Sinager.
El responsable de Riesgos de la Gobernación de Chuquisaca, Fausto Escalante, añadió otros seis municipios a la lista del Sinager: Tarbita, Azurduy, Icla, Villa Charcas, Culpina y Monteagudo.
Explicó que para controlar las inundaciones se requieren gaviones y que a la fecha hay siete proyectos que necesitan inversión y ayuda de los ministerios de Obras Públicas y de Economía. “Si es necesario quedarme en La Paz para explicarlo, lo hago. Cada año se tiene a 10.000 familias afectadas por la falta de gaviones”.
En 2013, Cochabamba se declaró en emergencia por lluvias y sus consecuencias en esa región, Villa Tunari y Puerto Villarroel, con un saldo de 6.000 familias perjudicadas; en 2018, Chimoré se declaró zona de desastre tras 1.586 familias damnificadas.
El director de Riesgos de Cochabamba, Fernando Fernández, señaló que en Chimoré escurren aguas de zonas altas de manera natural y que el riesgo aumenta porque la población construye y produce en zona altas.