Feminicidas dejan a 40 huérfanos hasta la fecha
Según datos oficiales, en los primeros 67 días de este año las víctimas colaterales de los violentos son 40 personas, entre menores y mayores de 18 años. Del total, 31 son menores de 18 años, es decir niños, niñas y adolescentes.
A Patricia P. A., de 40 años, la mató presuntamente Juan C. R., su expareja de 38, padre de sus dos hijos el 7 de enero, en un alojamiento de Santa Cruz de la Sierra. Tenía lesiones en el rostro y las costillas fracturadas.
De la noche a la mañana, Natalia, su hija adolescente, no solo tuvo que asimilar la violenta muerte de su madre, sino hacerse cargo de sus dos hermanos menores y de las diligencias judiciales para que el feminicida, pareja de su madre, no quede impune.
Según datos oficiales, en los primeros 67 días de este año las víctimas colaterales de los violentos son 40 personas, entre menores y mayores de 18 años. Siete de cada 10 tenían menos de 18 años, y solo nueve habían pasado la barrera de la mayoría de edad.
En Chuquisaca se concentra la mayor cantidad de huérfanos por feminicidio, 11 del total; le sigue Santa Cruz, con 10.
El feminicida —según los expertos— no solo mata a la mujer, sino a toda su familia. Los familiares deben asimilar la pérdida, impulsar el proceso penal y decidir qué hacer con los hijos de la víctima. Por lo general, quienes no han alcanzado la mayoría de edad terminan en un centro de acogida o con sus abuelos, que carecen de medios para cubrir sus gastos de salud y educación.
Los huérfanos, víctimas colaterales de los feminicidas, deben arrastrar los traumas y el duelo si no reciben apoyo psicológico.
Los efectos directos sobre los hijos —si es que no reciben ayuda y contención psicológica— son estrés postraumático, daño psíquico, miedo, ansiedad, tristeza, depresión aislamiento, evasión, retraso escolar, problemas de sueño, déficit de atención, toxodependencias, escasas habilidades sociales, falta de empatía, conducta desafiante y otros.
La madrugada del 23 de ese mismo mes, en Sucre, Santos Ch., de 39 años, mató a su esposa Viviana Ch., de 35 años, con 16 cuchilladas— y luego se suicidó. El hijo de dos años de la pareja fue testigo del crimen. que se cometió en el cuarto que alquilaba la pareja, en la que vivía con sus seis hijos —el séptimo ya se había independizado— y la madre paralítica de Viviana.
Al día siguiente, el pequeño se presentó en la casa de sus vecinos, tenía la ropa empapada en la sangre materna. (08/03/2020)