Disponen medidas de bioseguridad para muertes hospitalarias y en domicilios por coronavirus
El protocolo de manejo de cadáveres por COVID-19 se aplicará a fallecidos reportados como casos sospechosos
El protocolo de manejo de cadáveres por COVID-19 se aplicará también para aquellos fallecidos que fueron considerados casos sospechosos. Si la muerte se produce en un domicilio, la Policía y los servicios funerarios serán responsables del tratamiento del occiso.
“Para evitar el riesgo de contaminación, no deben tomarse muestras de cadáver en cuerpos que se encuentren en domicilio (sea caso de muerte natural o violenta), el caso sospechoso se considerará como positivo, de modo que deberá procederse con los familiares de la víctima según protocolo ya establecido para casos sospechosos por COVID-19”, indica la “Guía de procedimientos para el manejo y disposición de cadáveres de casos de COVID-19”.
El protocolo de 41 páginas, publicado este sábado por el Ministerio de Salud, tiene el fin de seguir pautas y conductas en el manejo y disposición de los cadáveres de pacientes con coronavirus para prevenir y controlar los factores de riesgo de contaminación y diseminación que pongan en riesgo la salud de la población.
El Ministerio de Salud reportó hasta la noche del viernes 10 decesos por el virus, 139 contagiados y 35 sospechosos. La guía está orientada al control de bioseguridad con los cadáveres en los establecimientos de salud y también fuera de ellos.
En cuanto al embalaje y transferencia del cuerpo de la habitación o sala de aislamiento, en fallecimiento intrahospitalario se indica que:
• No se debe realizar la preparación del difunto (limpieza de cuerpo, ordenamiento del cabello, recorte de uñas, y afeitado).
• Para el alistamiento del cadáver, cubrir todos los orificios naturales con algodón (impregnado de solución desinfectante), a fin de limitar el cadáver espiraciones por manipulación y derrame de fluidos biológicos.
• No se debe retirar ninguna prenda del cadáver.
• No retirar catéteres, sondas o tubos que puedan contener los fluidos del cadáver.
• Si antes del embalaje del cuerpo, los familiares de la víctima solicitan ver el cuerpo, no deberán ser más de dos personas y deben estar con medidas de seguridad (barbijo quirúrgico y guantes de látex desechables); y estarán solo por cinco minutos manteniendo una distancia de 2 metros.
• Se recomienda prohibir el acercamiento de la familia al cadáver. Tampoco se permite el contacto físico con las superficies del embalaje u otros enseres del entorno, porque podrían estar contaminadas.
• Envolver el cadáver con la sábana que cubre la cama donde fue atendido.
• Rociar el cuerpo y el área a su alrededor con una solución de hipoclorito de sodio al 10%.
• Envuelto ya en sábana el cuerpo será introducido en la bolsa sanitaria mortuoria de cierre hermético para luego ser cremado.
• La sala o habitación del paciente debe ser limpiada y desinfectada con solución de hipoclorito de sodio que contenga 5.000 ppm (partes por millón) de cloro activo.
• El traslado del cadáver deberá realizarse siguiendo la ruta establecida por el prestador de servicios de salud sin poner en riesgo la comunidad hospitalaria, pacientes, familiares y usuarios.
• Luego de realizado el embalaje, se puede trasladar el cadáver al depósito mortuorio o disponerlo para la cremación, o colocarlo en un ataúd para su inhumación.
En caso de que el fallecimiento sea en un domicilio, el cadáver será introducido en una bolsa, el personal policial la entregará (siguiendo las medidas de desinfección) al servicio funerario, cuyo personal deberá colocarla al interior del féretro y cerrar el mismo completamente. El servicio funerario será el encargado del traslado del cuerpo al cementerio.
El municipio deberá establecer y realizar el proceso de desinfección en el domicilio del fallecido, inmediatamente después de su retiro del lugar, señala el protocolo.