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La necesidad obliga a floristas del Cementerio General a vender pese a la cuarentena

Antes de la emergencia sanitaria por el coronavirus, las 54 afiliadas al Mercado de las Flores —ubicado al frente del Cementerio General— salían a vender en los tradicionales puestos. Ahora, con buena suerte, hay ocho comerciantes, quienes a pesar de todo continúan ofreciendo sus plantas multicolores por la necesidad que las aqueja.

Una de ellas, quien prefirió no dar su nombre, cuenta que al menos una vez a la semana debe estar a las 05.00 en el mercado Rodríguez para comprar las flores que llevan las productoras de Río Abajo, porque en su puesto no deben faltar claveles, lirios, gladiolos, rosas y girasoles.

“El coronavirus nos ha tomado por sorpresa. Hemos sido de las más afectadas porque nuestros productos no son de primera necesidad, pero tenemos que salir para que no se nos eche a perder la mercadería”, cuenta Rosmery Mayta, dirigente de las comerciantes del Mercado de las Flores, que fue creado hace 75 años.

“Nuestros ingresos han bajado bastante, si antes vendíamos 100 bolivianos, ahora estamos sacando de 10 a 20 bolivianos por día para llevar a la casa”, comenta Mayta en el momento que un cliente le compra orquídeas perfumadas que adornarán y darán aroma a frescura a su casa.

El Gobierno estableció como una medida de prevención contra el COVID-19 reducir el número de personas en velorios de difuntos por otras causas y la prohibición de exequias si se trata de un fallecido por el virus. Todo ello mermó el comercio de flores. A pesar de que la llegada de camiones desde Río Abajo es dificultosa por la emergencia sanitaria, la tercera generación de vendedoras sigue ofreciendo la docena de claveles a Bs 10; los gladiolos, a Bs 25; y los lirios, entre Bs 5 y 7.