Tarija lleva tres semanas de espera por los reactivos para poner en funcionamiento el laboratorio para procesar las muestras del COVID-19. En esa región hay dos casos confirmados del virus.
“Sí, estamos esperando los reactivos para el laboratorio y aguardamos que lleguen en estos días”, dijo escuetamente a La Razón Digital, Paul Castellanos, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes). Los equipos llegaron a esa región, por parte del Gobierno, en la primera semana de abril.
Rubén Ardaya, secretario General de la Gobernación, informó ayer en conferencia de prensa en la capital tarijeña que se deben “esperar unos días más para tener los reactivos que deben llegar desde La Paz”.
Mientras eso sucede, las muestras se envían a los laboratorios de la sede de gobierno y de Santa Cruz. Por tanto y dada la gran demanda de pruebas en todo el país, los pacientes deben esperar hasta 72 horas para conocer los resultados.
La instalación de laboratorios y la dotación de insumos y reactivos para que éstos operen es de urgente necesidad a fin de aislar a los enfermos, razón por la que el PNUD donó los equipos.
En el departamento de Tarija hay dos casos confirmados del COVID-19, 34 sospechosos, 29 descartados y hasta este viernes al mediodía no se había reportado ni un fallecido.
Hasta hace dos días, Potosí tropezaba con la misma carencia de reactivos para comenzar a realizar las pruebas.
‘Observados’ sin síntomas
El reporte diario de casos del Sedes Tarija da cuenta de que hasta este viernes existen además 670 “observados”, personas que habrían tenido algún contacto con los sospechosos y que no desarrollaron todavía ninguna sintomatología.
Por la falta de reactivos, a ellos tampoco se les puede aplicar la prueba para saber si portan o no el virus.
En la Gobernación informaron también que la próxima semana serán repatriados 70 argentinos a su país. El grupo pasó las revisiones médicas.
En tanto, se conoció que al menos dos centenares de residentes bolivianos llegarían procedentes de Argentina en los próximos días al punto fronterizo de Yacuiba para tratar de ingresar al país. Aquello ya comenzó a preocupar a las autoridades locales, por la logística que se necesitaría para aislarlos durante 14 días antes de seguir su viaje por territorio nacional.