El COVID-19 duplica la labor de las enfermeras obstetras del área rural
Este 5 de mayo se celebra el día internacional del sector. En Bolivia hay aproximadamente 50 profesionales que estudiaron en las universidades San Francisco Xavier, Tomás Frías y Siglo XX.
Son alrededor de 50 enfermeras y enfermeros obstetras que se desplazan por comunidades alejadas de tres departamentos para asistir a las embarazadas. A partir de la presencia del nuevo coronavirus (COVID-19) han tenido que duplicar sus tareas y ahora también enseñan cómo deben proteger a su familia y a ellas mismas del virus.
Uno o más obstetras atienden a todas las comunidades de su respectivo municipio, administran las vacunas a los recién nacidos y a quienes las que lo necesitan, controlan el embarazo de las mujeres, informan sobre la planificación familiar, los derechos reproductivos a adolescentes y jóvenes, así como las infecciones de trasmisión sexual.
El fuerte de las enfermeras, además de su profesión, es que hablan de manera fluida el quechua y el aymara. Al hablar los idiomas originarios de los pacientes tienen mejor llegada en las comunidades. Por esto suelen ser el primer y a veces el único profesional que los pobladores conocen y llega hasta sus casas, donde también hacen el control de otras enfermedades y apoyan en el traslado de pacientes hasta centros de salud.
“Desde que se inició la cuarentena hemos atendido casi un parto por día, me llaman a cualquier hora y con la ambulancia o patrulla vamos hasta la casa de las señoras para trasladarlas al centro de salud o atenderlas en el lugar, pero con el coronavirus también les enseñamos sobre cómo protegerse para no contagiarse y que deben permanecer en sus casas y (les digo que) me llamen de inmediato si alguien de su familia presenta fiebre o tos seca”, explicó a La Razón, Maribel Zeballos, enfermera obstetra de Llallagua, Potosí.
La profesional que trabaja hace dos años en el municipio del norte potosino, relató que tres veces a la semana recorre a pie los barrios de la localidad para las visitas de control prenatal a domicilio, charlas sobre planificación familiar y métodos de prevención, además de cuidado de otras enfermedades. Las restantes tres jornadas se traslada a las comunidades para cumplir similar tarea.
Según la representación en Bolivia del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), las enfermeras obstetras son licenciadas en enfermería, especializadas en el cuidado de la salud sexual y reproductiva, en la salud materna y en la salud de adolescentes.
En la actualidad cerca de 50 enfermeras y enfermeros obstetras trabajan en los municipios rurales de Potosí, Chuquisaca y Tarija; 26 cuentan con ítems del Ministerio de Salud y otras 22 están con contratos municipales. Los obstetras (la mayoría de ellas mujeres) trabajan en redes de salud en municipios y comunidades del área rural.
El UNFPA, como cada 5 de mayo, celebra este miércoles el Día Internacional de la Enfermera Obstetra y Partera, tomando en cuenta que, según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, un 30,9% de las mujeres consultadas señaló que prefiere tener a su hijo en su casa. De ese porcentaje, el 57% corresponde a La Paz, Oruro y Potosí.
Una de las enfermeras obstétricas es Paola Cruz, quien atiende en el municipio de Tupiza. Para su trabajo coordina con los 35 centros de salud y hospital de segundo nivel de la región. Tras un recorrido de ocho horas en vehículo, la enfermera dijo que solo en marzo logró que 115 mujeres se realicen el examen de papanicolau y por ello no puede fallar en viajar a las comunidades cumpliendo su itinerario.
“Estuve en Esmoraco, tenía que entregar resultados de laboratorio, porque las mujeres tienen que estar tranquilas de que no tienen cáncer cervicouterino, además era el control prenatal, no puedo faltar a las citas”, indicó.
Lo mismo pasa con Grover Ibáñez, quien trabaja hace seis años en San Pablo de Lípez (Potosí). Camina kilómetros para las visitas domiciliarias y se ganó la confianza de los varones de las comunidades que permiten que realice los controles prenatales a sus esposas, luego de explicarles sobre los derechos sexuales y reproductivos de cada persona y de las parejas.
Los profesionales fueron formados como enfermeras o enfermeros obstétricos en las universidades de San Francisco Xavier de Chuquisaca, además de Tomás Frías y Siglo XX de Potosí.