De pie y en medio de aplausos por el personal médico “Equipo Covid-19”, así abandonó el viernes el hospital San Juan de Dios el sacerdote que fue diagnosticado como el primer paciente con COVID-19 en Tarija. Él permaneció 45 días con cuidados médicos, algunos de ellos en terapia intensiva.
Jorge Morales, director del nosocomio, informó que el religioso mostró una notoria recuperación, lo que hizo posible que retorne a su casa, aunque aún cumplirá un aislamiento en su espacio. “Es un día importante para nosotros porque el paciente cero está saliendo de su hospitalización, ha estado casi 45 días internado, entre terapia intensiva y la sala de aislamiento para positivos, y ahora se está yendo”.
Aclaró que el paciente cero recibió el alta clínica para regresar a su casa y que aún falta el alta epidemiológica, que dependerá de los resultados de las últimas pruebas que se le realizaron, los cuales serán entregados en esta jornada. “Ahora le estamos dando un alta clínica porque el paciente está totalmente restablecido con la parte sintomatológica y la parte de fisioterapia, él está caminando y comiendo bien”.
El sacerdote fue contagiado por otro religioso que lo visitó desde Santa Cruz a finales de marzo. En Tarija hubo entonces preocupación porque él celebró misas en al menos dos municipios de ese departamento, pero solo se sabe que contagió a otro cura cercano de la ciudad capital.
Aproximadamente 60 profesionales en salud atendieron al religioso de 63 años durante los 45 días de internación, tanto en terapia intensiva como en la sala de aislamiento. En el nosocomio todavía hay tres pacientes infectados y en el área de terapia intensiva, todos con vigilancia permanente, agregó el galeno.