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Desde el lunes, la responsabilidad de la ciudadanía en las medidas de prevención se pone a prueba

El lunes, el país ingresará en una nueva modalidad de vida y toda actividad estará condicionada a la prevención de más contagios del nuevo coronavirus, responsabilidad que recaerá con mayor fuerza en la población y de cuya disciplina dependerá, en gran parte, la salud de la comunidad y, en consecuencia, la capacidad de respuesta del sistema hospitalario.

Desde el 1 de junio, la cuarentena dinámica condicionada flexibilizará una serie de limitaciones vigentes por 71 días en toda Bolivia, desde que el Gobierno decretara el encierro total a fin de evitar nuevos casos del COVID-19.

Los sistemas de transporte municipal, interprovincial y las actividades laborales y comerciales se reanudarán en varios territorios del país, salvo excepciones dispuestas por las gobernaciones o alcaldías donde se advierte que el riesgo aún es alto (por ejemplo en Santa Cruz y Tarija). Y la circulación de la gente será irrestricta, con la única condición de cuidar las medidas de bioseguridad.

Son, precisamente, ésas las claves para hacer frente a la enfermedad. Llevar mascarilla, guardar distancia física y lavarse constantemente las manos o desinfectarlas con alcohol son las reglas que todos deberán cumplir y los expertos y autoridades hacen mucho hincapié en ello.

La propia presidenta Jeanine Áñez hizo un llamado para cuidar estas recomendaciones. “Dependerá de la disciplina con que la población acate las medidas de prevención el evitar una explosión de casos positivos” en esta nueva etapa de la cuarentena dinámica, dijo el jueves al posesionar a la nueva ministra de Salud, Eidy Roca.

La voz de los expertos

De su lado, los expertos exponen los argumentos técnicos y científicos para que la ciudadanía comprenda mejor a lo que se enfrenta. “Hemos llegado a un punto en que nadie sabe quién está enfermo, hay casos positivos asintomáticos y estos son potenciales transmisores del virus. Por eso, todo el que salga a la calle debe usar un barbijo”, explica Carlos Ibañez, médico internista, experto en terapia intensiva.

El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, es drástico en su pronóstico si la conducta de los vecinos no mejora. “¡Cómo puede ser que un chofer llene su minibús cuando se comprometieron a cumplir con las normas de bioseguridad!”, se lamenta ante lo sucedido en algunos barrios de El Alto esta semana. “Las autoridades deben ejercer mano dura o sucederá como en Beni donde hubo que decidir entre un joven y un adulto para internarlo en terapia intensiva, ¿eso quieren en La Paz?, ¿que tengamos que elegir a quién salvar y a quién no?”, advierte.

Familias vulnerables hacen fila cuidando las medidas de bioseguridad para recibir alimentos de la Gobernación en barrios periféricos.
Foto:. GADLP

El comandante nacional de la Policía, quien junto a las Fuerzas Armadas tendrá a su cargo el control del cumplimiento de las normas a partir del lunes, también apela a la conciencia ciudadana. “Llamamos a la responsabilidad de todos los bolivianos, cumplan las normas al tomar un bus del transporte público, al hacer fila para comprar un producto, en cada actividad que desarrollen”, reflexiona.

Santa Cruz, cuyas autoridades determinaron la noche de este viernes mantener la cuarentena rígida por 14 días más al ser la región más golpeada por la pandemia, registra una explosión de casos no solo porque fue la puerta de entrada del virus al país, sino por la falta de cumplimiento del confinamiento y de las medidas de bioseguridad por parte de sus habitantes. El secretario departamental de Salud, Óscar Urenda, llamó la atención al respecto varias veces.

Bolivia alcanzó este viernes 8.731 casos del nuevo coronavirus. Y el retorno a las actividades, dada la presión social y los efectos negativos para la economía del encierro total, se realizará justo cuando la curva va en ascenso.

Retomar actividades

“La gente nos ha pedido que se flexibilice la cuarentena, ésta no ha acabado, el virus no se ha ido de Bolivia y estamos en curva ascendente. Lo que hemos hecho es flexibilizar para que la gente reactive las actividades productivas, pero disciplinadamente”, expone el ministro de Obras Públicas, Iván Arias. “Todo está regulado” por las alcaldías y gobernaciones, “le pido a la gente obedecer la norma”.

El presidente del Colegio Médico de La Paz, quien en representación de su gremio es parte del el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), asegura que el insistir con las recomendaciones no es “ir en contra de nadie. Pidieron volver a trabajar, vayan, pero seamos responsables, usemos barbijo, alcohol en gel, lavémonos las manos, mantengamos distanciamiento entre personas y si se puede, usemos máscaras faciales, son importantes porque evitan que uno se lleve la mano a los ojos. Así uno se cuida y cuida al otro”.

Las Alcaldías han aprobado normas que regulan el retorno de las actividades, todas con base en las medidas de prevención. En esa línea, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, recordó hoy que cada ley se trabajó en consenso con los sectores involucrados y que espero que el cambio “no represente un incremento abrupto de casos que obligue a dar pasos atrás”.

“A partir del lunes, ciertamente buena parte de la responsabilidad de la administración de la emergencia va a estar en manos de los ciudadanos. La experiencia de otros países muestra que la disciplina ha logrado que se administren los contagios sin sobrepasar los servicios de salud. Los ciudadanos han exigido flexibilización de las actividades económica, lo que es completamente comprensible, pero también es necesario que todos asuman la parte que les corresponde”, sostiene Revilla.

La preocupación radica en que aún no terminan de fortalecerse del todo los sistemas hospitalarios, que están tanto a la espera de la llegada de los 500 ventiladores adquiridos por el Gobierno, los cuales necesitan áreas de asilamiento para su instalación, como de los miles y miles de reactivos para realizar más pruebas.