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El balance de 21 policías muertos por COVID-19 genera descontento en la institución del orden

El balance de 21 efectivos muertos por COVID-19 generó un descontento en la Policía Boliviana, según una denuncia pública atribuida a supuestos uniformados. La institución ha replicado que promueve una atención médica adecuada de sus miembros.

Presuntos miembros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) hicieron una denuncia pública de supuesta falta de atención médica a uno de sus compañeros, infectado con el coronavirus, lo que derivó en su muerte.

La Policía comunicó que el fallecido, una de las 21 víctimas, se encontraba con licencia temporal y que se promueve la atención médica adecuada a todos los uniformados contagiados con situación crítica.

“Debemos lamentar el sensible fallecimiento del policía administrativo Oscar Saravia Catoira, quien murió este martes en Santa Cruz de la Sierra a raíz del COVID-19. El servidor policial se encontraba con licencia temporal por ser mayor de 53 años y se dispuso que no cumpla funciones en la FELCC Santa cruz durante la emergencia sanitaria”, indica el comunicado de la Policía.

Horas antes, en un manifiesto público a nombre de supuestos miembros de la FELCC, se denunció que Saravia peregrinó para ser atendido en centros de salud y que sus familiares acudieron a jefaturas policiales que no respondieron al pedido.

“Hoy murió nuestro camarada Oscar Saravia Catoira, ‘Chapaco’, cuando se le detectó que estaba con COVID-19, fue internado en la Caja Nacional de Salud, estuvo 3 días en una camilla en los pasillos sin recibir ningún tratamiento médico, por eso su esposa, fue a pedir apoyo al Comando Departamental (de Santa Cruz), nadie le dio atención, nadie le atendió. Luego pidió ayuda al coronel Rubén Barrientos, director de la FELCC, tampoco hizo nada, acudimos a la clínica policial Virgen de Copacabana, no nos aceptaron que lo llevemos a CHAPACO, porque dijeron que no tienen ni medicamentos ni respiradores para terapia intensiva”, se lee en parte de la nota.

La denuncia indica que “hay policías de primera y policías de segunda clase”, que los comandantes policiales son atendidos en la Clínica Foianini, a diferencia de los subalternos estamos “abandonados a nuestra suerte, tenemos que buscarnos donde morir”.