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Dos jóvenes impulsan proyectos forestales y medioambientales con Phoenix Forest en Yungas

Mathieu Raphael (libanés) y Quentin Lacomte (francés) son dos jóvenes que crearon la asociación humanitaria Phoenix Forest, para apoyar proyectos de reforestación y de sensibilización sobre el medio ambiente en América Latina, y que actualmente tienen como objetivos a Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia.

Luego de hacer una pausa de un año en sus estudios, estos jóvenes comprometidos con la salud del planeta ofrecen cuatro servicios a asociaciones con experiencia que compartan su filosofía: respaldo financiero (reunieron en Francia más de $us 15.000 para sus emprendimientos), fuerza de trabajo y tiempo, visibilidad en sus redes sociales y universidades, y entrega de imágenes en movimiento para dar a conocer los proyectos.

Ave Fénix

“Son compañeros de colegio y desde niños, han querido conocer América Latina por su maravillosa naturaleza. Han oído muchas cosas sobre los problemas ecológicos que afectan este continente. Y han querido ayudar a que, como el ave fénix, los bosques quemados vuelvan a renacer. Crear Phoenix Forest fue la mejor manera para ellos de realizar su sueño de ayudar en algo al planeta”, señala una nota de prensa.

Para cumplir sus objetivos, “se desplazan a dedo” y duermen en las casas de personas que los acogen. Llegaron a Sudamérica hace cinco meses y ahora se encuentran en Bolivia, donde su estancia se ha alargado por la cuarentena dictada por la emergencia sanitaria por el coronavirus, que prohibió los vuelos nacionales e internacionales.

Así que en este tiempo se han dedicado de lleno a un proyecto en Coroico, en el norte de La Paz, con la asociación Corazón del Bosque, para que agricultores locales produzcan de manera más responsable y que la Alcaldía promueva medidas que tengan a la ecología como norte.

Para ello, han brindado un apoyo económico de $us 2.000. En la localidad de los Yungas impulsan el repique de los plantines de café, su entrega a comunidades del municipio para su reforestación y el acompañamiento a los técnicos de Corazón del Bosque en temas de apicultura, plantas aromáticas y sistemas agroforestales orgánicos, con la finalidad de diversificar la producción bajo el lema de respeto al medio ambiente.

Cambios posibles

En criterio de Raphael y Lacomte, se pueden aplicar cambios desde tres niveles. En lo gubernamental, “organizar un sistema más eficiente de selección y reciclaje de los desechos sólidos” y la promoción de una agricultura más sostenible, apoyada en leyes medioambientales.

En el ámbito local, la meta es favorecer la producción orgánica. “El sistema actual de producción de coca convencional en monocultivo permite ingresos rápidos e importantes, pero destruye los suelos, que se vuelven improductivos, y se usa una gran cantidad de pesticidas dañinos para los ecosistemas y la salud humana”.

En lo individual, estos jóvenes apuestan por “evitar comportamientos irresponsables como botar bolsas de plástico en las calles y en la naturaleza. También es importante favorecer las compras de productos locales y orgánicos”. 

Perjudicados por la pandemia, a la distancia continúan empujando sus proyectos en Colombia, Ecuador y Perú, y esperan viajar pronto a suelo ecuatoriano. Mientras, están enfocados en sus tareas en Coroico y su intención es que Phoenix Forest no se termine cuando ambos tengan que emprender nuevos rumbos, sino que otros continúen con su labor en beneficio del planeta.

Para más información de esta asociación, puede visitar la cuenta Phoenix.forest en Instagram y Phoenix Forest en YouTube, Facebook y Linkedin.