Este miércoles se cumple un año desde que se registraron los primeros dos casos positivos de COVID-19 en Bolivia y el ministro de Salud, Jeyson Auza, convocó a los bolivianos a prepararse para hacer frente a una tercera ola de la pandemia.
“En un corto tiempo estamos logrando una desescalada de casos de la segunda ola (…), pero esto no tiene que darnos falsos optimismos, tenemos que prepararnos para una tercera ola”, dijo la autoridad.
Remarcó que el país no puede “negarse” ante la posibilidad de un nuevo brote de la enfermedad porque es una amenaza que sigue latente pese a que el Gobierno impulsa desde hace más de un mes un proceso de vacunación.
Entonces “no podemos cometer los errores (del pasado) de estar improvisando en el último momento, debemos prepararnos desde hoy y por eso es que nosotros estamos haciendo tanta incidencia en la vacunación (…) y aprovecho para decirle a la población boliviana, que a pesar de que estamos en una franca desescalada de casos, es el momento en el que menos debemos bajar la guardia”, insistió Auza, en una entrevista con la Red Uno.
Es decir, según la autoridad gubernamental, es el momento en el que se debe seguir extremando las medidas de bioseguridad, como el uso de barbijo, el distanciamiento social, el uso de alcohol o el lavado constante de las manos.
Entretanto, en el primer año de la pandemia en Bolivia se registraron un total de 255.621 personas contagiadas de COVID-19, de las cuales 199.842 se recuperaron de la enfermedad, otras 43.921 siguen con el virus activo en su organismo y 11.858 perdieron la vida.