Cierran frontera con Brasil por siete días para contener el COVID-19
Los pasos fronterizos se abrirán por tres horas cada día. “Es una actividad complicada y compleja, sin embargo debemos tomar medidas para precautelar a la población de las zonas fronterizas”, reconoció el ministro de Salud, Jeyson Auza
A las 00.00 de este viernes, y por siete días, empezó el cierre de las fronteras con Brasil como medida de prevención para frenar la propagación del COVID-19 y sobre todo el ingreso de la cepa brasileña. La frontera se abrirá tres horas por día y quienes ingresen a suelo boliviano, además de mostrar el resultado de una prueba PCR deben contar con un seguro de salud.
El tránsito fronterizo será restablecido por tres horas cada día, teniendo en cuenta el alto flujo comercial y de personas. Poblaciones como Guayaramerín, Riberalta, en Beni, Puerto Suárez y Puerto Quijarro en Santa Cruz y Cobija en Pando cerrarán los pasos hacia Brasil.
El ministro de Salud, Jeyson Auza, informó que la Policía, a través del Ministerio de Gobierno, hará cumplir la disposición emitida por el Gobierno ante el incremento de nuevos casos en las poblaciones vecinas a Brasil, donde la situación del coronavirus es crítica, sobre todo por la presencia de una nueva cepa mucho más agresiva.
“Es una actividad complicada y compleja, sin embargo debemos tomar medidas para precautelar a la población de las zonas fronterizas”, reconoció en Cadena A y explicó que el cierre se extenderá por siete días.
Durante ese tiempo se acelerará el fortalecimiento y la capacidad de respuesta contra el virus, porque –dijo- “es una utopía creer que podamos garantizar la imposibilidad de ingreso de nuevas cepas”.
Quienes pretendan ingresar a Bolivia desde Brasil deberán presentar un certificado PCR negativo a COVID-19 y ser aislados por 10 días. Los extranjeros están obligados a contratar un seguro de salud que incluya el virus.
Como parte de este plan de contingencia, el Gobierno envió vacunas para inmunizar a la población con enfermedad de base y adultos mayores en la frontera. En Guayaramerín 500 dosis se sustrajeron y las devolvieron, aunque se desconoce si mantiene sus propiedades.