Los países ricos acaparan el 80% de la producción de vacunas contra el COVID-19, lo que provoca “escasez de vacunas” e incumplimiento de contratos de compra-venta por parte de los fabricantes. Es necesario hacer una cruzada regional para evitar esta “injusticia”, sostuvo el presidente Luis Arce.
“Estamos tropezando con que los contratos que hemos firmado con las proveedoras de vacunas no se cumplen porque sencillamente no hay la cantidad necesaria que ellos mismos se comprometieron a vendernos”, reveló sin dar mayores detalles de la situación.
Al momento la firma comercializadora de la vacuna rusa Sputnik V incumplió con la entrega de 1,7 millones de dosis de 5 millones compradas por la actual administración. No se conoce cuándo honrará su compromiso, aunque se adelantó que enviará lotes en función a su disponibilidad.
En Bolivia se inmunizó al sector de trabajadores y profesionales de la salud y se empezó con el grupo de la tercera edad, aunque desde Santa Cruz se alertó que no tienen dosis para esta fase. El ministro de Salud, Jeyson Auza, aseguró que hay dosis y que se las aplicará hasta “que como Estado podamos subsanar la problemática de vacunas que no corresponde a un problema del gobierno sino del nivel global”.
Arce lamentó que los países industrializados acaparen la producción de las vacunas en desmedro de las naciones en desarrollo y advirtió que hay “escases de vacunas”.
“Tenemos que plantearlo a nuestros países vecinos, decirles que se tome conciencia que no podemos permitir que en el planeta se cometa una injusticia con nuestros países, que también nosotros tenemos derecho a vivir como tienen derecho a vivir la población de los países ricos, por eso iniciamos la campaña en nuestro país”, anunció.´
En esa línea, Auza anunció que tomará contacto con sus pares de Latinoamérica afectados por la problemática de la provisión del inmunizante para emitir un pronunciamiento y hacer conocer al mundo el problema.