Sociedad

Friday 19 Apr 2024 | Actualizado a 00:28 AM

Incertidumbre y confusión en tres policlínicos de la CNS, la vacunación está suspendida

En los establecimientos de Miraflores, Villa Fátima y Miraflores no se sabe con seguridad cuándo se retomará el plan de inmunización, mientras adultos mayores aún acuden en espera de recibir sus dosis. El Gobierno señaló que este martes llegan 200.000 Sputnik V.

/ 19 de abril de 2021 / 16:40

Mientras adultos mayores acuden aún con esperanza de inmunizarse contra el COVID-19, en los tres policlínicos de la ciudad de La Paz en que se suspendió la vacunación, léase el de Miraflores, Villa Fátima y 9 de Abril, se brinda diferente información y hay incertidumbre sobre cuándo se dará continuidad al plan.

La Razón realizó este lunes un recorrido por los tres establecimientos en que, según comunicó la Caja Nacional de Salud (CNS), la vacunación tuvo que ser suspendida por falta de dosis suficientes. Para esta semana estaba programada la inmunización de personas entre los 70 y 79 años de edad.

Personal médico del policlínico Miraflores se ubicó a unos pasos de la puerta de ingreso y mencionó que el trabajo se limitaba a un preinscripción de los adultos mayores de 60 años y más, el cual se ejecutaba en una mesa fuera de las instalaciones.

“No sabemos cuándo llegaran más dosis, en cuanto tengamos la vacuna llamaremos a las personas que hoy se están anotando”, dijo a La Razón un integrante del personal que atendía la fila de ancianos, que acudieron a la espera de recibir su dosis, algunos acompañados de sus familiares.

Se indicó que la vacunación se realizó con las últimas dosis hasta este lunes, pero solo a personas mayores de 80 años. “Solo me dijeron que me van a llamar”, comentó uno de los adultos mayores que asistió para consultar si lo podían vacunar y que dejó sus documentos en espera de una programación.

El panorama era similar en el policlínico Villa Fátima, donde una enfermera en la puerta de ingreso declaró que las vacunas contra el COVID-19 se habían terminado el viernes 16 de abril.

“No tenemos más dosis, y no sabemos cuándo llegaran más vacunas a nuestro policlínico. Pedimos a las personas que vengan la próxima semana, para darles más información”, explicó la enfermera.

En la zona de Sopocachi, el personal médico administrativo del policlínico 9 de Abril, informó que hasta este lunes se había inoculado a personas mayores de 60, 70 y 80 años, sin embargo, al igual que los otros dos centros, este trabajo quedó suspendido.

“Hoy (lunes) se vacunó a las personas que asistieron por orden de llegada, pero ya no contamos con más dosis para el martes y miércoles; les pedimos que los afiliados vengan el jueves 22, cuando esperamos contar con la vacuna”, indicó.

La Razón intento comunicarse con el Jefe de Epidemiología de la CNS para conocer el informe oficial sobre el reinicio de la vacunación en estos policlínicos, sin embargo, se informó que no podía atendernos. La CNS informó el domingo, mediante un comunicado, que la vacunación se “reprogramará hasta contar con las dosis requeridas”.

El Gobierno señaló que este martes llegan al país otras 200.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V y que el presidente Luis Arce se comunicó con su par de Rusia, Vladimir Putin, quien le garantizó la llegada de otras 200 vacunas hasta fin de mes, y que hasta junio se cumplirá con las 5,2 millones dosis acordadas con el laboratorio.

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IRRADIACIÓN GAMA mejorará la producción de más de 20 frutas y hortalizas

Tecnología. El Centro de Irradiación comenzará a operar a fin de año.

/ 26 de septiembre de 2021 / 19:01

Iniciativa

Más de 20 frutas y hortalizas fueron identificadas para mejorar su producción en el país a través de tecnología de irradiación gamma. El proceso garantizará la inocuidad alimentaria y su potencial para exportación a mercados internacionales.

Esta tecnología está a un paso de ser aplicada en Bolivia a través del Centro Multipropósito de Irradiación (CMI), que es una de las instalaciones tecnológicas del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN).

En esta infraestructura se albergan dos tipos de irradiadores gamma. El primero es industrial con almacenamiento de fuente radiactiva en húmedo, y el segundo, un irradiador autoblindado gamma de laboratorio. El primero tiene como objetivo contribuir a la seguridad e inocuidad alimentaria y al incremento de la productividad agroindustrial a través de la irradiación gamma.

Esta tecnología aplicada en productos agrícolas reduce la carga microbiana y/o la eliminación de hongos, parásitos e insectos; además aplicada en semillas posibilita inhibir o estimular el crecimiento de brotes.

En el caso de los alimentos, se logra extender la vida comercial, lo que permite alcanzar diferentes estándares de sanidad que los países demandantes de estos productos exigen dentro del mercado internacional. De esta manera, los bienes agrícolas nacionales, podrán mejorar su productividad, calidad y competitividad. 

Para el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, son más de 20 las frutas y hortalizas producidas en el país, las que se pueden beneficiar de la irradiación gamma, sobre todo, productos que se venden a mercados internacionales exigentes.

PRODUCTOS. Frutas y hortalizas de exportación y con potencial, mejorarán su producción. FOTO. La Razón Archivo

“Los productos perecederos que se están exportando en la actualidad son, por ejemplo, nueces o castaña, carne bovina, banano, frejoles, limones, habas, despojos comestibles (que se extraen de los animales), hortalizas, frutas, piñas, mangos, arvejas, cebolla, cocos, uvas, oca, plátanos, corteza de limón, arándanos mezcla de frutas, hay una alta posibilidad de que estas 250 toneladas que nosotros exportamos por año, y que significa un valor de casi $us 250 millones de dólares reciba el día de mañana esta tecnología para mejorar su competitividad”, detalló a LA RAZÓN el ejecutivo.

Como ejemplo, señaló que en el caso de los alimentos, como el zapallo, tendrán un mayor tiempo de vida y se eliminará mediante este proceso los patógenos desde las semillas, lo cual permitirá que un mejor producto llegue a los mercados de destino.

“Cuando un país exporta un producto alimenticio tiene que garantizar su inocuidad alimentaria porque afrontan dos problemas a lo largo de la cadena de producción y venta, es decir, pueden ser atacados por gérmenes, microbios o bacterias que pueden llegar a descomponer dicha producción en el tiempo”, dijo Rodríguez.

Según estimación del Gerente del IBCE, al menos 100.000 productores bolivianos de los sectores agrícola y pecuario se beneficiarían de esta nueva tecnología.

CONVENIO. Con el propósito de informar a la ciudadanía sobre el uso y beneficios de la tecnología nuclear con fines pacíficos y la provisión de servicios para el sector agropecuario, industrial, minero y exportador, la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) y el IBCE suscribieron, los días pasados, un convenio marco de cooperación interinstitucional.

El evento fue aprovechado por la directora general ejecutiva de la ABEN, Hortensia Jiménez, para aclarar que a diferencia de los transgénicos, la tecnología irradiación gamma trabaja en el mejoramiento de las semillas a través de la radiación a las moléculas.

O sea “acelera todo lo que el sol hace en miles de años a las semillas en la adaptación del suelo donde estamos nosotros y reducir los tiempos, es lo que hacemos con la irradiación”, puntualizó.

Finalmente, la funcionaria informó que el Complejo Ciclotrón Radiofarmacia Preclínica (DDRP) para el tratamiento de cáncer y el Centro Multipropósito de Irradiación (CMI) comenzarán a operar hasta fin de año.

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Franz Molina de Kuhlmann: ‘Nuestras ventas bajaron 27% por la pandemia’

El experto enólogo y gerente general de Bodegas y Viñedos Kuhlmann hace una evaluación de ese sector productor que, pese a la crisis, continúa apostando al mercado nacional, ahora con vinos de calidad internacional como Santo Patrono ‘Altiplano’.

/ 26 de septiembre de 2021 / 18:51

ENTREVISTA

Kuhlmann es la bodega con mayores investigaciones e innovaciones en sus productos. En el caso de “Altiplano”, trabajó con expertos vitivinícolas de Inglaterra para lograr un vino excepcional. Más allá de su producción, que fue afectada por la pandemia, apunta a ser una empresa comprometida con el medio ambiente, logrando constituirse como la única bodega que hace tratamiento de residuos. Asimismo, ha demostrado una fuerte apuesta por el desarrollo económico, con una inversión 100% boliviana que prioriza la compra de productos, servicios y mano de obra nacional. De estos temas conversó LA RAZÓN con Franz Molina, gerente general de la compañía.

—La compañía tiene una trayectoria de más de 90 años, ¿cómo se encuentra a la fecha?

—Nacimos con una producción artesanal y en 2005 comenzamos la industrialización de nuestros productos con un crecimiento actual del 400%. Algo que nos distingue es que nosotros producimos un 60% de nuestra materia prima y el restante lo compramos de productores locales.

—¿Cómo afectó la pandemia al sector vinos?

—La pandemia afectó muy fuerte al sector de bebida. En nuestro caso teníamos productos en stock retenido que no pudimos vender. Nosotros elaboramos los productos dos años antes, otros de tres a seis meses como el caso de nuestros productos “Altiplano” que tiene que pasar por barrica y después recién podemos embotellar. Toda esa planificación de producción está comenzando a distribuirse mediante las ventas tanto en Bolivia como en el extranjero.

—¿Bajaron las ventas?

—Haciendo un análisis general, por la pandemia nuestras ventas fueron afectadas en un 27%, debido a las restricciones por la emergencia sanitaria y porque las personas evitaron el consumo de estas bebidas alcohólicas.

— A nivel interno ¿cómo se encuentran organizados?

—Actualmente tenemos 56 empleados, a ellos se suman trabajadores y vendedores en toda Bolivia. También contamos con repercusión de nuestros productos en los puntos de venta. Es una cadena productiva muy grande.

— Tras la crisis, el país intenta reactivarse, ¿es buen momento para lanzar “Altiplano” en el mercado nacional?

—“Altiplano” ya se comercializaba en el extranjero desde 2019, en Reino Unido, desde donde se distribuye por todo el continente europeo. Asimismo, tiene llegada a Japón, con planes de embarcar a China y Estados Unidos. Planificamos el lanzamiento de “Altiplano” en Bolivia, hace un año y medio, ya teniendo la fruta en tanques para llegar a una producción óptima para distribuir a todo el país y tener esta cadena de producción a pesar de la crisis sanitaria porque queremos reactivar nuestra economía y comenzar a invertir en la producción de este vino con este éxito en el exterior.

—¿Cuánto de su producción se destina al mercado exterior?

—Nosotros comenzamos nuestras ventas en el extranjero en 2012, exportamos a Estados Unidos, Suiza y China. Iniciamos primero con los singanis, después comenzamos a vender nuestros vinos espumantes. En México vendemos los singanis top de nuestra reserva. En 2019 comenzamos a vender a Inglaterra, después esta venta nos hace un nexo con Japón. En 2012 teníamos el 3% de la producción total de ventas a estos países y en la actualidad logramos exportar el 15% en todas nuestras líneas. El restante de nuestra producción es vendida en toda Bolivia en supermercados y tiendas especializadas.

—Una característica de la empresa es la planta tratamiento de agua, ¿verdad?

—Somos los únicos a nivel nacional que tienen una planta de tratamiento de agua. Nosotros recogemos toda la uva y lo llevamos a una molienda, ésta separa el jugo de los residuos. Tenemos dos tipos de desechos, los primeros son líquidos y los segundos solidos, ambos son reutilizados después de ser tratados, maximizando nuestro ahorro en agua en un 90%, porque después de este tratamiento utilizamos este elemento en el riego de las viñas. Ese residuo solido que extraemos también es tratado y se convierte en abono para la siembra.

—¿La empresa gestiona alianzas internacionales para mejorar su competitividad?

—En coordinación con Argentina y Alemania, se gestiona la certificación de Bodegas y Viñedos Kuhlmann con un código de ‘sustentabilidad y medio ambiente’, una herramienta que va a elevar la categoría de los vinos a nivel internacional y nacional.

—¿Cuál es la virtud, característica o ventaja de los vinos producidos en el país?

—Lo primero es que estos vinos son emblema de Bolivia, es una marca representativa en Europa; llegando hasta Japón. En Bolivia también se puede producir vinos y singanis que compiten con productos europeos. Algo que nos hace especiales es que las frutas son sembradas para nuestros productos y se ubican entre 2.000 y 2.400 metros sobre el nivel del mar, una característica que nos diferencia del resto del mundo.

PERFIL

Nombre: Franz Molina Conzelmann

Cargo: Gerente General de Bodegas Kuhlmann & Cía Ltda

EXPERTO ENÓLOGO

Cuenta con una licenciatura en Ciencias y Enología de la Universidad Estatal de California, Fresno (EEUU), además de un diplomado en Alta Gerencia Vitivinícola, ADEN. Tiene un máster en Ciencias en Viticultura y Enología de la Universidad Nacional de Cuyo de Argentina. Cursa también un máster como Ejecutivo Global en Administración de Empresas del IESE Business School, Universidad de Navarra, España. Fue presidente de Wines of Bolivia (WOB) y ejecutivo principal de la Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV) y secretario de la Asociación Nacional de Enólogos (ANEB). Es gerente general y copropietario de la Sociedad Industrial de Bebidas y Licores (Sibelis) y del Hotel Los Parrales.

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Entre harinas, PANES y crisis

Consumo. Bajó un 40% el consumo de pan y los hornos producen a fuego lento.

/ 19 de septiembre de 2021 / 19:02

ECONOMÍA

La elaboración de las tradicionales marraquetas, sarnitas y ch’amillos atraviesa su peor momento. Tras la pandemia, la venta de estos panes bajó 40%, que sumado a una “inadecuada” distribución de la harina subvencionada por el Estado, alarma a los panificadores.

Por la crisis económica ocasionada por el COVID-19, la producción de pan en los hornos disminuyó considerablemente. Antes de la pandemia, en los grandes centros de panificación se producían ocho quintales (qq) al día, en los medianos al menos seis y en los pequeños hasta cuatro.

“Ahora el que hacía ocho produce seis, el mediano de acuerdo a la demanda produce cuatro y el último hasta dos quintales, esa es la escala de producción de pan después de la pandemia”, reveló a LA RAZÓN el presidente de la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia, Juan Carlos Cachicatari.

Esta situación expone que el sector panificador fue duramente golpeado por la pandemia —desde marzo del pasado año cuando se detectó el virus en el teritorio nacional a la fecha— provocando que la producción de pan baje al 60% de la capacidad así como la demanda de la población también se reduzca en 40%.

Pese a esa caída en la oferta y demanda, 2.500 panificadores distribuidos en los nueve departamentos se mantienen firmes y confiados en que la crisis pasará.

“Estamos con 2.500 afiliados en la Confederación Nacional de Panificadores, distribuidos en los nueve departamentos. A pesar de la pandemia se ha mantenido casi en ese mismo promedio. Hubo bajas o decesos por el COVID -19, pero también por la falta de trabajo”, sostuvo.

MERCADO. En los centros de venta, la oferta de pan es variada. Foto. Rodwy Cazón

CONSUMO. Según evaluación del principal ejecutivo de los panificadores del país, la población de La Paz es la mayor consumidora de pan, le sigue la de Cochabamba y posteriormente la de Oruro. Los depar tamentos que demandan en menor cantidad este alimento de primera necesidad son Potosí y Chuquisaca.

“Las marraquetas, sarnitas, cachitos se mantienen vigentes”, a pesar de la reducción de ingresos económicos de la población.

“Por ejemplo, una familia que compraba 20 panes, al día, entre marraqueta con o sin manteca, sarnitas, cachos y caucas, ahora lleva entre 12 y 15 unidades, pero siguen surtiendo su compra”, aseguró a este medio Cachicatari.

La reducción de los ingresos de las familias bolivianas sumada a la falta de fuentes laborales, ha provocado que en el último año “prolifere” en diferentes capitales del país, el funcionamiento de hornos clandestinos.

“Algunas personas, por la falta de trabajo, compraron un hornito y han tratado de producir (pan) a precio más barato, como dicen aunque no tendrán una utilidad razonable como para sostener un hogar pero les ayuda para vivir al día, por lo menos para un medio kilo de carne”, comentó.

HARINA. Otro factor que influye en la baja de la producción de pan es una “inadecuada” distribución de harina a las panificadoras por parte la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa). “La harina no está siendo distribuida de forma adecuada por Emapa. La harina subvencionada es Bs 151 precio estándar. Y en el mercado solo se encuentra la harina argentina a un precio de Bs 185”, alertó Cachicatari.

La subvención de la harina que hace el Estado no es suficiente y los panificadores deben cubrir la falta del producto, comprando este producto del mercado informal, lo cual encarece sus costos de producción frente al congelamiento del precio del pan en Bs 0,50.

“Hay un desabastecimiento en la entrega de harina desde el gobierno de los pititas y desde enero seguimos arrastrando este problema”, dijo al anunciar que en los próximos días la dirigencia de los panificadores se reunirá con autoridades de Emapa para encontrar una solución a esta dificultad que enfrenta el sector. 

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Prevén subir en 49% las ventas de banano

Mercado. Es un reto para el Trópico de Cochabamba y los Yungas, que el Fonadin asume el próximo quinquenio.

/ 22 de agosto de 2021 / 19:03

PRODUCCIÓN

Incrementar en 49% la producción y exportación de banano de Bolivia para mercados internacionales, es la meta que se trazó para los próximos cinco años el Fonadin. Un reto que pasa por mejorar la calidad del producto con una cadena de innovación.

Se trata del programa denominado “Mejora de la producción y comercialización de banano y plátano en el Trópico de Cochabamba y los Yungas de La Paz”, que es impulsado por el Fondo Nacional de Desarrollo Integral (Fonadin).

Las áreas de intervención se concentran en dos regiones y ocho municipios: Trópico de Cochabamba (5) y los Yungas (3), de acuerdo con las características ecológicas y potencial productivo para el cultivo de banano.

El programa tendrá una duración de 51 meses (2021 a 2025), para lo cual se cuenta con un presupuesto de Bs 137,8 millones.

INNOVACIÓN. “En cinco años queremos alcanzar 178.222 toneladas para la exportación de banano, incrementándose en casi el 49%. En el mercado nacional, lo que queremos es incrementar de 175.578 toneladas de esta fruta a 210.693; que es el 25%; esas son nuestras proyecciones”, detalló a LA RAZÓN el jefe de Unidad de Planificación del Fonadin, Pedro Ferraro Laura.

Hasta el pasado año, la superficie de cultivos de banano para exportación sumó 5.921 hectáreas (ha), mientras que el valor por las ventas del producto alcanzó los Bs 230,2 millones.

Con la implementación del programa se espera que la comercialización internacional supere los Bs 343,4 millones en 2025.

Para alcanzar ese objetivo, el Fonadin concentrará sus acciones para mejorar la calidad del banano y plátano para que se incrementen las ventas el mercado interno pero sobre todo el externo, para ello se prevé la aplicación de una cadena de innovación desde el empaque hasta la conservación.

“Lo que queremos es fortalecer y tener una calidad y durabilidad hasta que llegue al mercado argentino y a otros mercados internacionales”, explicó el funcionario.

Frente a ello, el programa también fortalecerá las capacidades técnicas de los productores mediante la asistencia técnica en áreas como empacado y cosecha.

Es decir que, tras observarse que no todos los productores tienen una homogeneidad en la producción de banano y el plátano, se requiere la implementación de buenas prácticas agrícolas, sostuvo Laura.

De acuerdo con la ficha técnica del programa, un total de 5.219 familias productoras serán las beneficiarias directas. Asimismo, identifica la ausencia de proyectos de investigación aplicada y participativa para ese sector productor.

Falta de innovaciones tecnológicas en el proceso de producción que permita mejorar los rendimientos productivos y económicos. Carencia de material vegetal in vitro certificado que requiere el productor, inexistencia de huertos madres para la obtención del citado material vegetal.

Ausencia de una estrategia para el monitoreo y control de plagas, así como de sistemas de alerta temprana y vigilancia sanitaria.

En ese marco, el programa pretende revertir la baja rentabilidad del banano, generando mayores ingresos, concluyó Laura.

5.200 productores serán beneficiados

 En los cinco años de duración del programa de “Mejora de la producción y comercialización de banano y plátano en el Trópico de Cochabamba y los Yungas de La Paz”, un total de 5.200 productores recibirán asistencia técnica para optimizar sus sistemas de producción.

Se formarán 21 técnicos especialistas en manejo agronómico del banano de exportación así como otros 120 técnicos de organizaciones de productores serán capacitados en manejo, fertilización, administración de fincas y auditorías de campo.

Se implementarán 100 centros de empaque de banano en el Trópico de Cochabamba, serán reacondicionados con obras complementarias (patio de racimos, agua corrida, baños, almacén), dos centrales de insumos, 130 paquetes tecnológicos en esa región cochabambina y los Yungas de La Paz (riego, canales de drenaje y equipos).

Adicionalmente, se identificarán 1.000 plantas madre para obtención de material vegetal colectadas en el campo. Se importará 350 vitroplantas y 1.800 plantines de calidad varietal y fitosanitaria de banano multiplicados y aclimatados. Y finalmente se espera implementar un centro tecnológico para banano y frutas tropicales en el Trópico de Cochabamba.

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FLAVIA GIMÉNEZ: En Viacha se producen barbijos con certificación internacional

Es la gerente general del Laboratorio Industrial de Dispositivos Médicos Mundo Sano & Biosecurity, implementado con una inversión de $us 250.000, para la producción de barbijos quirúrgicos Tipo IIR Cleris con calidad de exportación.

/ 8 de agosto de 2021 / 15:21

ENTREVISTA

Con una capacidad de producción de 60.000 barbijos por día, el Laboratorio Industrial de Dispositivos Médicos “Mundo Sano & Biosecurity”, implementado en 2020 en la carretera a Viacha km 12,5 de La Paz, es la primera empresa en Bolivia que en julio pasado logró obtener la certificación internacional Eurosim para la producción de estas mascarillas quirúrgicas Tipo IIR Cleris. La gerente general, Flavia Giménez, habló con LA RAZÓN sobre la inversión efectuada para obtener un producto de alta calidad en el país.

—¿En Bolivia cuántas industrias obtuvieron la certificación Eurofins?

Es la única industria en el país especializada en la fabricación de barbijos quirúrgicos Tipo IIR y es la única que tiene esta certificación obtenida en Europa. En América Latina solo existen ocho fábricas de barbijos quirúrgicos Tipo IIR, con certificación de laboratorios, éstas se encuentran en Argentina, Chile, Colombia y otra en montaje en Brasil. En otras regiones solo importan el producto.

—¿Se efectuaron ensayos del producto para obtener la certificación internacional?

—En los ensayos, además de verificar las estructuras físicas, también se mide la eficiencia de la filtración bacteriana que debe ser superior al 98%. Es decir que los ambientes donde se producen estos barbijos tienen un aire limpio y controlado. Y nuestra planta renueva el aire 22 veces por hora para que no exista ninguna contaminación en el barbijo, además se mide la limpieza microbiana. Se mide también la resistencia a la sangre; es decir que en aparatos especiales de estos laboratorios se dispara sangre artificial al barbijo con la misma velocidad que circula nuestra sangre en el cuerpo para establecer si esos chorros de sangre pasan o no a través del barbijo. También sucede con la saliva, porque puede contener bacterias o virus. Para comprobar la resistencia de Cleris, con las ‘Cholitas Escaladoras’, escalamos hasta 6.000 metros de altura usando estos barbijos y establecimos su buena respirabilidad.

—¿Cómo se llevó adelante el proceso para obtener la certificación?

—En Latinoamérica no se tiene registro de laboratorios que hagan estos ensayos, por ello hemos acudido a Eurofins, que tienen un liderazgo a nivel mundial. Entregamos estos barbijos en Suiza, donde fueron sometidos a diferentes pruebas así como en España, Italia, Nueva Delhi. Después de cumplir con una serie de exigencias logramos obtener esta certificación, que confirma la calidad internacional de Cleris para su venta como barbijo quirúrgico Tipo IIR en cualquier parte del mundo, con el respaldo y garantía de laboratorios que son líderes a nivel internacional.

—¿Cuál es el material y el proceso de fabricación de estos barbijos?

—La materia prima es importada de China, no se fábrica en América Latina y recién se ha empezado a producir en Francia. No se puede comprar cualquier materia prima, se debe cumplir requisitos.

Por ello, a través de SGS, identificamos el material adecuado con certificación internacional. Nosotros realizamos el armado, empaquetado, soldado, limpieza microbiana, toda la producción como si fuera un medicamento. Se importa los insumos, se los mezcla y se los empaca. También se realiza la soldadura por ultrasonido que es una energía verde.

—¿A cuánto asciende la inversión en esta industria?

—La inversión es grande y mayor a lo que nosotros habíamos imaginado. Por ejemplo, para implementar una sala de buenas prácticas de manufactura el costo es altísimo para mantener un aire limpio. Por tanto, sumando el capital invertido en máquinas y la materia prima, la industria representa una inversión que supera los $us 250.000.

—¿Cuenta con socios capitalistas la industria?

—El Grupo Empresarial DAAL, que cobija a varias industrias textiles, decide fabricar barbijos de alta calidad por la carencia de este insumo en Bolivia y en otros países de América Latina. Se invierte en expertos para implementar una planta de buenas prácticas de manufactura. Iniciamos la importación de máquinas y fabricamos otras en el país. A medida que avanzamos, conformamos un equipo de jóvenes profesionales bolivianos que viven fuera del país, deseosos de invertir en Bolivia, especialmente en este tema que ayuda en la pandemia. Y ellos hacen un aporte importante, luego acudimos a una línea de crédito financiero de apoyo a la industria nacional del Banco Unión, que nos dio el empujón final.

—¿Cleris cumple con certificaciones nacionales?

—Estamos respaldados por la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología en Salud (Agemed), también cuenta con dos certificaciones del Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), así como una del Instituto de Servicios de Laboratorios de Diagnóstico e Inversión en Salud (Seladis) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

PERFIL

Nombre: Flavia Giménez Turba

Cargo: Gerente General de Laboratorio Industrial de Dispositivos Médicos Mundo Sano & Biosecurity

IMPULSORA

Es Administradora de Empresas con amplio conocimiento de la producción industrial en el país y la comercialización de productos en el mercado interno y a nivel internacional. Desempeñó el cargo de Oficial Mayor de Desarrollo Económico del Gobierno Municipal de El Alto. También fue Directora de la Fundación Feria a la Inversa, así como principal impulsora y creadora de las Ferias a la Inversa, y ganadora de concursos de innovación convocados por el Banco Interamericano de Desarrollo a través del Fondo Multilateral de Inversiones BID/FOMIN. Se considera una apasionada por el ingenio y la innovación, que busca mitigar las desigualdades económicas y oportunidades de acceso a los mercados con equidad para todas las empresas.

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