Al menos 45% de estudiantes desertaron de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en tiempo de pandemia. Este hecho afectará a futuro a la generación de empleos, la investigación y psicológicamente a las personas en edad de estudio, indicó un experto.
“El dato que nos arroja la UMSA es preocupante y alarmante, es casi la mitad de los alumnos que han desertado. Es un fenómeno multisectorial más allá de las carencias de didáctica, plataformas de educación a distancia y virtual, y además de todo el componente de acceso a tecnología e internet por docentes y estudiantes”, explicó a La Razón el técnico educativo del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativas (Cebiae), Israel Lahor.
Ante la situación, el especialista sugiere hacer un análisis profundo de las causas reales del problema que son de corte económico y social. “Un porcentaje muy alto en la UMSA son autofinanciados, necesitan generar sus ingresos para poder solventar su colegiatura, con el golpe de la pandemia al sistema económico y el alto porcentaje de trabajo informal en nuestro país ha debido empujar a que muchos jóvenes tengan que trabajar antes de poder estudiar, que pensar en un futuro de aquí a cinco años”.
Lahor detalló que a futuro el impacto se sentirá en tres aspectos: “En la capacidad de generación de empleos y en el engrosamiento del aparato científico profesional del país”.
En un tercer punto también repercutirá “en la postergación de ciertas necesidades sociales de trascendencia, como seres humanos tenemos la necesidad de irnos superando, esto generará frustraciones a nivel de nuestra sociedad y repercute en temas emocionales y psicológicos, vamos a tener una generación de estudiantes frustrados por todas estas dificultades”, sostuvo el experto.
El lunes, el rector de la UMSA, Óscar Heredia, consideró alto el número de estudiantes que dejó su carrera, más aún cuando se prevé que la ciudad de La Paz ingrese a una cuarta ola desde fines de este mes o comienzos de septiembre, según el Servicio Departamental de Salud (Sedes).
La pasada semana, la misma autoridad había descartado las clases presenciales en lo que resta del año en la UMSA. La casa de estudios contaba al menos con 78.000 estudiantes.