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Adiós a Cavour, el maestro que compró su primer charango del ‘thanta khato’

Ernesto Cavour consideraba al charango como su mejor amigo.

Ernesto Cavour Aramayo, conocido como el “maestro del charango”, falleció el domingo a los 82 años. Un gran exponente de la música folklórica boliviana, nació el 9 de abril de 1940, era un músico autodidacta, compositor, investigador y fundador de Los Jairas.

En los últimos días de su vida, escribía un libro. Su carrera musical como solista empezó en 1957 y en 1962 fundó el primer Museo del Charango, que inauguró oficialmente en 1984, donde no dejó de ampliar la variedad de instrumentos y fue refundado como Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia, en la calle Jaén de La Paz.

Cavour venía de un barrio humilde paceño y por las limitaciones económicas en su familia no tuvo formación musical en sus inicios, pero eso no fue un impedimento para perseguir sus sueños junto al que él consideraba su mejor amigo: el charango. Aprender a tocar este instrumento le llevó años y con el tiempo logró empoderarse de otros instrumentos más, aunque ninguno como el charango.

EMBAJADOR.

Él afirmaba que su mejor maestro de música fue la calle; desde muy corta edad forjó su amistad con el charango y con el tiempo se convirtió en el mejor ejecutor y embajador de la música boliviana con este instrumento, visitando varios países.

“Para mí significa mi vida completa, mis sueños, también representa mi compañero, compañera”, decía en una entrevista con la Red Uno. También confesó que en un comienzo deleitaba con sus músicas, acompañado de su charango, a los campesinos y burros, arriándolos por el camino.

En esa entrevista, afirmó que su primer charango lo compró a muy bajo precio en el thanta khato (mercado de cosas viejas). “Desde muy niño cuando yo iba al colegio, un dinerito juntaba para el Día de la Madre, entonces, me voy por el thanta khato donde venden cosas baratas (…) y me enamoré de mi charanguito que lo encuentro muy barato, de madera, y no le regalé nada (a su madre) y le dije no pude regalarte nada, me compré mi charango y con el tiempo mi mamá me dijo: ¡hijo, qué lindo regalo me has hecho!”.

En el portal urgente.bo, se recuerda otra entrevista con Cavour, en la cual el artista relató que tras comprarse ese charango a los 10 años, cinco años más tarde adquirió una guitarra del maestro Juan Sanzetenea. Fue fundador del grupo Los Jairas e impulsor de la Peña Naira. Tuvo su primer grupo en 1957, junto a Julio Godoy en la guitarra y Hugo Barrientos como cantante. Y ocho años más tarde obtuvo el primer premio como solista de charango.

Escribió también 15 libros con métodos para diferentes instrumentos. Siempre que podía exhortaba a los jóvenes “hacer composiciones para Bolivia”. Eso sí, se mantuvo al margen de la política, y de manera picaresca decía “yo también hago la política con el charango, tocando con el charango de izquierda a derecha”.

En el museo tenía más de 2.000 instrumentos de diferentes orígenes, desde precolombinos, republicanos y contemporáneos, hasta análogos traídos de diferentes partes del mundo. El museo era otro de sus grandes amores.

Los restos del artista son velados en el Museo de Instrumentos Musicales de Bolivia, en la Jaén. Foto. Rodwy Cazón

HUMILDE.

La esposa de Cavour, la socióloga María Antonieta Arauco, lo recuerda como “un hombre demasiado humilde, un hombre demasiado bueno, un hombre que vivía como niño, que tenía un corazón de oro, que amaba sus raíces, que amaba a su pueblo, y un hombre que quiso tanto, tanto, tanto al charango que podía ofrendar su vida a ese charanguito”, indicó.

Los restos del “maestro del charango” son velados en el Museo de Instrumentos Musicales, en el salón Teatro del Charango, donde estarán hasta mañana, para su posterior entierro. Ayer hubo tributos para el artista, con interpretaciones con charango.

Homenaje y luto por la partida de uno de los máximos representantes de la música folklórica boliviana