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Carla Bravo está a un paso de conseguir su libertad pura y simple

La joven Carla Bravo estuvo encarcelada por cinco meses por un crimen que no existió.

La Justicia determinó que se levante la medida de detención domiciliaria para Carla Bravo (18), quien estuvo encarcelada durante cinco meses acusada por un delito que no existió. Ahora, la defensa busca que la joven obtenga la libertad pura y simple.

Melania Torrico, activista de derechos humanos y quien acompañó el caso desde un principio, explicó a LA RAZÓN que la defensa apeló a la determinación de la Justicia de la detención domiciliaria y en una audiencia realizada la mañana de ayer, el vocal Julio Alé, del Tribunal de Alzada, definió levantar la medida.

“Estamos contentos porque después de una lucha de cinco meses, hoy (ayer) por fin Carla obtuvo la libertad. El juez valoró todo el proceso investigativo desde marzo. En este caso, se ha demostrado una vez más la ineficiencia de los operadores de justicia. Hoy podemos decir que Carla Bravo está libre, ya no más detención domiciliaria”.

La defensa buscará ahora que la joven sea liberada de forma total, ya que se demostró que no existió ningún crimen.

FIRMA.

“El proceso continúa, Carla debe presentarse en la Fiscalía para firmar el cuaderno el 30 de cada mes. Estamos seguros de que las acusaciones que aún pesan en su contra, por violencia familiar, no prosperarán porque más bien se cometió una injusticia contra Carla”, acotó la activista.

En 2021, Carla Bravo (18) conoció a William Benítez (25). Ambos iniciaron una relación sentimental y en enero de este año decidieron convivir. Sin embargo, con el pasar de los días, comenzaron los roces entre la pareja.

Una noche, a finales de febrero, ambos fueron a una discoteca donde compartieron bebidas alcohólicas. Al regresar a su habitación tuvieron una discusión que terminó en agresiones físicas entre ambos. Entonces, el hombre se fue de la casa y no retornó.

Pasaban los días y William no aparecía. Su familia reportó la desaparición en la Policía y responsabilizó a la joven por el hecho. Poco después fue aprehendida.

Así, Carla fue imputada, primero, por el delito de trata y tráfico de personas y luego por asesinato, ya que en la habitación encontraron manchas de sangre. La Justicia determinó entonces la detención preventiva para la joven en la cárcel de Morros Blancos en Tarija.

“La Fiscalía la imputó sin hacer ningún tipo de investigación, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) tampoco hizo la investigación correspondiente, solo tomaron como pruebas manchas de sangre encontradas por la madre de Benítez”, relató Torrico a LA RAZÓN.

Dos meses después, Benítez apareció y afirmó que había salido de Tarija porque temía por su vida, ya que la joven le había amenazado de muerte. Según Torrico, el hombre dijo que estaba en Camargo, luego en La Paz y finalmente en Santa Cruz. Sin embargo, no presentó pruebas de que estuviera fuera de la ciudad.

La defensa de Carla, al demostrar que no cometió ningún delito, ayer consiguió que la detención domiciliaria quede sin efecto. La joven podrá continuar con sus estudios escolares.